Hace apenas cuatro días que arrancó La Liga con el Girona-Rayo como telón de fondo en Montilivi. Sin embargo, la emoción del balón se ve empañada por una realidad incómoda: seguir a tu equipo nunca fue tan caro como ahora.
Los abonos, símbolo de la fidelidad en el fútbol español, han subido este año entre un 3% y un 5% en casi todos los clubes. Esta tendencia ha encendido el debate sobre la sostenibilidad de la pasión futbolera, cada vez menos accesible para la afición tradicional.
Real Madrid, Barcelona y Atlético han aplicado subidas moderadas, argumentando inflación y nuevos costes. Otros, como Villarreal y Alavés, han optado por incrementos más fuertes aún, mientras Getafe y Girona premian la fidelidad congelando o reduciendo sus precios este año.
El caso del Rayo Vallecano ilustra la tendencia: subidas de hasta 230 euros por abono convierten el fútbol en un esfuerzo económico creciente. Familias que antes compartían estadio ahora se ven obligadas a repensar su presupuesto y, en ocasiones, renunciar.
La justificación de los clubes tiene varios matices. Apuntan al encarecimiento energético, mejoras en infraestructuras, salarios y el peso de competir en Europa, como razones de fondo para estos aumentos, que tienen precedentes en ligas internacionales.
| Equipo | Abono más barato | Abono más caro | Comparación 24-25 |
| Real Madrid | 305 (Liga) | 3.211 (euroabono) | +3% |
| FC Barcelona | 295 | 750 | variable (remodelación) |
| Atlético de Madrid | 290/380 | 1.815 / 2.250 | +10-12% |
| Athletic Club | 402 | +1,82% | |
| Real Sociedad | 55 | 702 | +5-8% |
| Villarreal | 245 | 702 | +7% |
| Betis | 135/295 | 600 | +5% |
| Valencia | 310 | 1.210 | +3% |
| Sevilla | 335 | 1.725 | Congelados |
| Getafe | 220 | 550 | Congelados |
| Girona | 250 | 550 | -10% |
| Rayo Vallecano | 340 | 800 | +40-100 euros |
| Alavés | 280 | 1.100 | +10% |
| Celta | 258 | 780 | +3% |
| Osasuna | 280 | 750 | +7% |
| Espanyol | 250 | 700 | +5-8% |
| Levante | 24 | 736 | +35-40% |
| Elche | 290 | 695 | +30-65% |
| Oviedo | 210 | 600-700 | +75-200 euros |
Sin embargo, la respuesta de la afición ha sido inequívoca: se están viendo protestas, campañas en redes y malestar. Las peñas consideran desleal que acompañar al equipo cueste cada año más y que la voz del seguidor fiel parezca no importar.
El enfado social es visible en concentraciones ante los estadios, mensajes en pancartas y solicitudes a la Liga, a clubes y autoridades para que reconsideren este rumbo. El fútbol se percibe cada vez más como un privilegio y menos como una tradición popular.
Un solo dato resume el problema: para equipos grandes, los abonos suponen menos del 10% de sus ingresos anuales; para pequeños y medianos, pueden llegar al 30%. Sin embargo, en todos los casos, la subida impacta sobre todo a quienes menos pueden soportarla.
Viaje a Miami
Paralelamente a la polémica de los precios, LaLiga avanza en su expansión global. La noticia del año no es sólo la subida de tarifas, sino el interés de celebrar un partido oficial, el Villarreal-Barcelona, el 20 de diciembre, en la ciudad estadounidense de Miami.
El proyecto de llevar La Liga a Estados Unidos no es una novedad, pero este año ha alcanzado el máximo nivel de polémica. Mientras los precios suben aquí, la fiesta del fútbol se exporta, dificultando aún más a los abonados disfrutar de los grandes partidos.
El Real Madrid se ha mostrado abiertamente en contra de que se juegue un partido oficial fuera de España, alegando pérdida de equidad y desvirtuación de la competición. Sin embargo, la RFEF y la organización siguen adelante con sus planes de internacionalización.
Para muchos abonados, la sensación es de agravio: pagan más que nunca por el derecho a animar y, sin embargo, partidos clave se celebran en el extranjero, lejos de la comunidad que sostiene el fútbol semana a semana, año tras año.
La paradoja se acentúa en este 2025: mientras los ingresos televisivos y de patrocinio alcanzan cifras récord, los clubes trasladan buena parte de sus necesidades económicas… al bolsillo del abonado, principal pilar de la identidad futbolística española.
Los clubes, eso sí, aseguran que la experiencia "mejorada" del estadio —con nuevos servicios y eventos— justifica los precios, y que jugar en Miami abre nuevos horizontes económicos y de visibilidad para todos. La afición, sin embargo, disiente ante la realidad.
El resto de Europa
Lo cierto es que, si bien la expansión internacional puede ser positiva, para los abonados la sensación de "pérdida" crece. Antes, los sacrificios se compensaban con la emoción semanal; ahora, hasta el partido estrella puede verse en otra ciudad… o país.
La Premier League mantiene los precios más elevados del continente europeo. Los abonos oscilan entre 345 libras (West Ham, el más barato) y 3.084 (Fulham, el más caro). Liverpool es una excepción notable, congelando precios en 39-45 por entrada tras consultar a sus aficionados.
Manchester United subió un 5% esta temporada, generando protestas, con abonos en torno a 1.121. El Arsenal 1.726 y el Tottenham 2.223 mantienen precios muy altos, mientras que equipos como Manchester City ofrecen opciones desde 30-60 por partido.
Imagen de Anfield en la primera jornada de la Premier.
La Bundesliga destaca por sus abonos asequibles: ver a tu equipo desde la grada de pie puede costar entre 150 y 250 euros por temporada, muy inferior al resto de grandes ligas europeas.
Las gradas de pie, habituales en todos los estadios alemanes, permiten mantener la esencia popular y precios bajos, con miles de seguidores animando cada jornada.
El sistema se protege gracias a la “Regla 50+1”, que asegura el control mayoritario de los clubes por parte de los socios y limita la entrada de inversores externos.
