Después de casi tres meses de espera y tras 2.400 millones gastados en fichajes, este viernes 15 de agosto regresa la Premier League con el duelo entre el Liverpool, vigente campeón, y el Bournemouth de Andoni Iraola.
Un duelo en el que el conjunto dirigido por Arne Slot presentará esta temporada en partido oficial ante su público a sus cuatro fichajes de renombre que han aterrizado en el conjunto 'red': Wirtz, Ekitike, Kerkez y Frimpong.
Sin embargo, quien no estará en Anfield vestido de rojo será Alexander Isak. El delantero sueco del Newcastle desea jugar con el vigente campeón de la Premier League y así se lo ha hecho saber a su club, pero de momento el traspaso está en 'stand-by'.
'Las Urracas' rechazaron una primera oferta de 130 millones por su delantero y parece que no se bajan de los 150 que piden. Los días pasan, Isak sigue sin salir y la situación entre el futbolista y el club es cada vez más tensa.
"Isak está convencido de que nunca volverá a representar al Newcastle. Incluso si el Newcastle se niega a venderle y este permanece en Tyneside cuando se cierre el mercado de fichajes, Isak considera que su carrera en St James’s Park ha terminado y no tiene ningún deseo de reintegrarse en la plantilla", informó The Athletic hace unos días.
Crispación con la afición
El 'caso Isak' está cada vez más caliente y ya ha trascendido más allá del club y jugador. También son los aficionados, aquellos que hace tan solo unos meses celebraban con él la clasificación a la Champions, quienes ahora lo llaman 'rata'.
En redes sociales, varios seguidores del Newcastle expresaron su indignación con gestos extremos, como la quema de camisetas del jugador. “Nunca deberías volverte tóxico ni negarte a entrenar o jugar”, advirtió el exdefensa y actual analista Jamie Carragher en el programa 'The Paper'.
Además, medios británicos revelaron que el delantero habría dejado la vivienda que ocupaba en Newcastle y por la que pagaba 9.000 libras al mes, interpretado como una señal clara de que no planea continuar en el club.
La situación es crítica, pero todavía quedan dos semanas de mercado para que todo llegue a buen puerto en ambas partes. Con Isak en el Liverpool y con el Newcastle recibiendo un gran montante para acometer varios fichajes que hagan olvidar a su mejor jugador.
