Después de una temporada nefasta en la que el Manchester City fracasó en su lucha por cada título, Pep Guardiola y sus pupilos afrontan un curso muy importante para el futuro del proyecto citizen.
El equipo ha acometido su necesario relevo generacional y sufrido salidas tan simbólicas como la de Kevin De Bruyne, el gran estandarte del City durante la mayoría del periplo del técnico catalán.
Acostumbrado a partir como favorito al título después de su dinastía en la Premier (con seis de las últimas ocho), los millonarios refuerzos del Liverpool (vigente campeón) y de otros aspirantes como el Chelsea o el Arsenal dejan al City en una situación inédita desde hace años.
Florian Wirtz, fichaje estrella del vigente campeón, el Liverpool.
Por primera vez desde la temporada de aterrizaje de Pep en Manchester, no es osado asegurar que el City no es favorito al título, sino "uno más" entre los grandes clubes británicos.
En una nueva reinvención de su proyecto en Manchester (ya son nueve años), en el Etihad también se han reforzado y rejuvenecido, aunque sus grandes bombas del verano (Donnarumma y Rodrygo) podrían estar aún por estallar.
Un verano más, los clubes del Big Six han reventado el mercado. El Manchester United ha vuelto a romper la banca para volver a la gloria con 229 millones de euros de inversión, mientras el Arsenal (216) no se ha quedado lejos en su asalto definitivo a la Premier.
El nuevo delantero del Arsenal, Viktor Gyokeres.
El vigente campeón, el Liverpool, casi ha gastado 300 millones de euros y aún puede quedar la bomba de Isak, aunque en el caso de los reds, el balance neto es de 97 millones invertidos.
Parecido es el caso del Chelsea, que tras regresar a la Champions, conquistar la Conference y el Mundial de Clubes, parece reintegrado en la élite. 279 millones de euros gastados parecen muchos, aunque los blues han acometido una operación salida que ronda los 200 kilos.
Ya sin De Bruyne o Walker, el gran refuerzo del City es el regreso del Balón de Oro: Rodrigo Hernández.
Cabe la duda de si volverá a su nivel, pero el bajón de la temporada pasada tras su lesión de rodilla deja clara su importancia.
El City también ha gastado (145 millones de euros de inversión neta) para fichar a buenos jugadores como Tijjani Reijnders, Rayan Cherki, Rayan ait-Nouri o el guardameta James Trafford.
Sin embargo, son futbolistas jóvenes que todavía deben demostrar que son capaces de rayar al nivel exigido en la máxima élite y la plantilla del City, siendo buena, no empieza el curso con la incontestable superioridad que ha caracterizado las últimas temporadas.
Cole Palmer y Estevao celebran un gol del Chelsea en pretemporada.
A menos de 48h de que comience la Premier, el equipo trabaja en dos salidas que podrían conllevar dos llegadas que elevarían el techo competitivo de los de Pep.
Dos fichajes de renombre que vendrían a demostrar que el City no se conforma con construir futuro, sino que jugadores contrastados para competir ya y evitar que el proyecto caiga en la mediocridad.
Donnarumma
El primero y más factible es el guardameta Gigi Donnarumma, cuyo divorcio con el PSG ha sido tan sorprendente como traumático.
El italiano viene de completar la mejor temporada de su carrera, siendo clave en el triplete de los parisinos, sobre todo en la Champions, donde fue clave en los momentos decisivos de las eliminatorias ante Liverpool o Arsenal.
Tras una pugna con el club por sus pretensiones económicas de cara a una renovación, Luis Enrique ha decidido que su ciclo en el equipo ha acabado, aunque el asturiano ha alegado motivos técnicos.
Donnarumma posa con el trofeo de la Champions League.
De las palabras de Lucho se sobreentiende que busca un portero más capacitado para jugar con los pies y por eso, el PSG ha apostado por Chevalier.
En ese sentido, cuesta pensar que Donnarumma, gran portero en muchos aspectos pero no tan destacado en su capacidad para construir juego desde la portería, encaje en los planes de un Pep que siempre ha apostado por porteros de buen pie.
Ederson ha sido un buen ejemplo durante años, aunque su fiabilidad bajo palos ha ido en declive y su ciclo como citizen parece abocado a un fin.
Si el City logra vender a Ederson, tentado desde Turquía, hay muchas opciones de que Donnarumma sea el nuevo guardameta de Guardiola. No tan hábil con los pies, pero más sólido que el inconsistente brasileño.
La vía Rodrygo
Pero sin duda, la bomba del verano sería ver a Rodrygo dejando el Real Madrid para unirse a las filas del club que ha discutido su hegemonía europea en los últimos años.
Tras un año flojo en lo futbolístico y lo anímico, en Chamartín no verían con malos ojos hacer caja por el brasileño, relegado a un papel secundario en los planes de Xabi Alonso.
La llegada de Mastantuono es una apuesta de futuro del Real Madrid y, aunque Rodrygo prefiera jugar en la izquierda, está abocado a chocar con el argentino.
Rodrygo, con la nueva equipación del Real Madrid.
Su ambición de llegar al Mundial de 2026 y una venta que en el Bernabéu tasan en 100 millones de euros, son otros factores a tener en cuenta. Además, el City podría no solo desearlo, sino necesitarlo.
En el Etihad están a punto de vender a McAtee al Nottingham Forest, se negocia con el Tottenham por Savinho y Grealish acaba de salir cedido al Everton. El costado izquierdo citizen busca un titular indiscutible de más nivel que Doku.
La posibilidad de que Rodrygo se convierta en un primer espada, jugando en la izquierda (donde nunca pudo asentarse en el Real Madrid) y bajo las órdenes de Pep Guardiola es tan atractiva para el aficionado neutral como para el propio jugador.
A falta de dos semanas para que cierre el mercado, ha de producirse un efecto dominó, pero lejos de la rumorología, hay elementos para concluir que si el City quiere seguir estando en la pelea con los grandes de la Premier, necesita fichajes como el de Rodrygo.
