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El tiempo vuela y el Barça tiene un problema gordo a falta de tres días para jugar el primer partido de la temporada. Será ante el Mallorca en Son Moix y Hansi Flick aún no sabe con qué jugadores va a poder contar debido a las dificultades que atraviesa el club para inscribir a los futbolistas.

Los azulgranas quieren empezar la temporada igual que terminaron la última, con victoria. El año pasado certificaron un arranque triunfal con siete victorias consecutivas y, aunque la racha se cortó en El Sadar ante Osasuna, la dinámica del equipo siguió siendo claramente ascendente.

Este año la presión es aún mayor debido a este último curso que han registrado con La Liga, la Copa del Rey y la Supercopa de España, pero no lo será solo para el club y los jugadores. Hansi Flick tendrá la oportunidad de redimirse en la Ciudad Condal y romper así una tendencia que se estableció desde sus inicios en los banquillos.

Y es que, a falta de poco más de 48 horas para que dé comienzo oficialmente la temporada, la confianza en el seno del club -directiva, cuerpo técnico y jugadores- es máxima, como también lo es en una afición que está deseando que el balón eche a rodar.

Ese estado de ánimo lo ha provocado en concreto una persona, Hansi Flick. Tras unos años convulsos con Ronald Koeman y Xavi Hernández, el alemán ha conseguido dotar al club de estabilidad y de títulos, pero el de Heidelberg afronta a partir del sábado un reto mayúsculo en su carrera.

Unos datos que asustan

El entrenador del Barça es un experto en llegar y besar el santo, pero todo cambia en el segundo año. El efecto Flick se diluye y es en ese momento cuando llegan los malos resultados e incluso las renuncias voluntarias.

Hansi Flick debutó como entrenador en el Victoria Bammental, de la modesta quinta división alemana, en la temporada 1996/97. En su primera temporada salvó al equipo del descenso, terminando undécimo en la tabla; pero, al año siguiente terminaría decimosexto, cayendo a la sexta división alemana y comenzando una racha que hoy sigue más que vigente.

Hansi Flick, en su etapa como entrenador del Victoria Bammental. Pressefoto Baumann

La siguiente aventura de Flick tuvo lugar en el TSG 1899 Hoffenheim. El técnico cogió las riendas en la temporada 2000/01, consiguiendo el ascenso de la cuarta a la tercera división alemana con una sobresaliente primera posición.

Al año siguiente, el de Heidelberg finalizó decimotercero con el club en esta nueva categoría. Tras esa temporada, el equipo terminaría dos veces quinto y una séptimo en la división de bronce del fútbol alemán.

Posteriormente, Hansi Flick se convirtió durante muchos años en la mano derecha de Joachim Löw en la selección alemana, hasta que le llegó su oportunidad de volver a dirigir un club en la temporada 2019/20. Nada más y nada menos que el Bayern de Múnich era quien depositaba la confianza en él.

El técnico hizo buena su tradición de hacer una primera temporada estelar, ganando todo. El 11 de febrero de 2021, el club bávaro se convirtió en el segundo equipo europeo en ganar los seis títulos en un año logrando la Bundesliga, la Copa de Alemania, la Champions, la Supercopa de Europa, la Supercopa de Alemania y el Mundial de Clubes.

Sin embargo, el guion no cambió en su segunda temporada. El Bayern revalidó la Bundesliga, aunque lo hizo en la última jornada y aprovechando el pinchazo de un Borussia Dortmund que llegaba como líder. No ganó ningún título más y comunicó al club su decisión de dejar su puesto.

El fracaso en la 'Mannschaft'

La salida se dio en un contexto de desgaste tras dos años intensos, tensiones internas y la posibilidad de asumir el cargo de seleccionador nacional de Alemania. Hansi tenía un plan que pocos meses después se descubriría, se acabaría convirtiendo en el sustituto de su mentor, Joachim Löw, a partir del otoño de 2021.

El nuevo seleccionador de la 'Mannschaft' tuvo un primer año espectacular, ganando los siete partidos clasificatorios que disputaron para entrar en el Mundial de Qatar.

Hansi Flick, en un entrenamiento de la selección alemana. Europa Press

Sin embargo, la aventura mundialista, ya en su segundo año como técnico alemán, resultó un completo fracaso después de que el combinado germano cayera eliminado en una fase de grupos en la que estaba con España, Japón y Costa Rica.

Hansi no levantaría cabeza con Alemania en el resto de 2023, quedándose fuera de la Final Four de la Nations League y cosechando derrotas humillantes, -como un 1-4 ante Japón que supuso su cese- exactamente dos años después de su debut en el banquillo nacional.

A pesar de que Hansi Flick tiene un currículum prácticamente perfecto, en su historial también hay manchas negras. Es por ello que esta temporada puede ser determinante para romper la maldición o continuar con una dinámica algo irregular.