El portero y capitán azulgrana Ter Stegen ha decidido añadir un capítulo más a su guerra abierta con el FC Barcelona. Según adelanta Mundo Deportivo, se ha negado a firmar el consentimiento para trasladar su informe médico a LaLiga.
Con esta negativa, bloquea la opción de emplear un porcentaje de su ficha —el 50%, al estar abierto el mercado— en términos de Fair Play Financiero para inscribir a Joan García. Esta decisión complica enormemente la situación del club, puesto que el trámite es imprescindible para la nueva inscripción.
La bomba estalló entre la expedición del Barcelona durante el vuelo de regreso desde Corea del Sur. La dirección azulgrana se muestra muy disgustada con la actitud del guardameta, aunque todavía esperan que acabe recapacitando y dando el visto bueno.
El club tenía previsto reunirse esta semana con el jugador y mantiene la cita en su agenda pese al sorprendente rechazo del guardameta alemán. Nunca antes en la historia de LaLiga se había registrado un caso de lesión de larga duración que provocase tal bloqueo documental.
Para no quedarse de brazos cruzados, el FC Barcelona ha decidido remitir la situación a sus servicios jurídicos, que abrirán de forma inmediata un expediente disciplinario. Además, avisarán al portero de las posibles consecuencias legales de mantener su negativa al envío del informe.
La tensión interna alcanza cotas inéditas. El alemán afirma que no firmará el documento que fija un periodo de baja de cuatro meses o más, consciente de que su postura impide inscribir a Joan García y bloquea la operación deportiva que el club planificó.
Según el citado diario, el guardameta se habría negado a autorizar el envío de su informe a la Comisión Médica de LaLiga, encargada de validar la duración de la rehabilitación. Su derecho a la privacidad médica complica aún más los planes económicos del club.
Joan García, en su presentación con el Barça junto a Laporta
Es un escenario atípico para la entidad. El año pasado, Ronald Araujo y Andreas Christensen sí firmaron los consentimientos médicos, lo que permitió inscribir a Dani Olmo e Íñigo Martínez sin mayores contratiempos.
Mundo Deportivo afirma que el Barça ha decidido poner el caso en manos de sus servicios jurídicos para que le abran un expediente disciplinario. La polémica continúa, ya que el portero mantiene que estará de vuelta en tres meses, mientras el club pronostica hasta cinco.
El portero se ha erigido en muro impenetrable: al no liberar el 50% de su salario, impide al club inscribir de forma inmediata a su rival directo por el puesto de titular. Su negativa dejaría a Joan García sin plaza en la plantilla en el escenario actual.
De vuelta al lío con las inscripciones. En invierno, la moneda cayó de lado del club cuando logró inscribir a Pau Víctor y de nuevo a Olmo tras el cierre del mercado invernal. Esta vez, sin el apoyo de Ter Stegen, deberán repetir aquella hazaña en tiempo récord antes de que expire la ventana estival.
El futuro se presenta incierto, y el técnico Hansi Flick observa con preocupación el pulso interno. Mientras Ter Stegen mantiene su negativa, el club deberá acelerar alternativas —negociar salidas, más 'palancas' o buscar vías legales— antes de que se cierre el plazo de inscripción.
