El fútbol vive una evolución constante. Cambios de esquema, nuevos roles en las posiciones, perfiles de futbolistas... Algunas figuras incluso ya parecen pasadas de moda. Una de ellas es la del mediapunta y una que parece seguir el mismo camino es la del '9' de área físico y rematador.
Vivimos una época de delanteros que amenazan más fuera del área que en el punto de penalti, pero todavía quedan supervivientes que mantienen viva la 'especie' del delantero de área clásico. Y muchos de ellos proceden de una zona del mundo similar: Escandinavia.
Una zona de Europa que corresponde a Dinamarca, Noruega y Suecia y que en los últimos años se ha convertido en una fábrica de '9' totalmente consagrados y dominantes en la élite. Hay muchos en las principales ligas, pero destacan sobremanera Haaland, Gyökeres e Isak.
Alexander Isak, durante un partido.
Tres futbolistas que siguen el patrón de ser unos superdotados a nivel físico. Altos, rápidos, potentes... virtudes que los hacen ser diferenciales. Todos ellos han impuesto su ley con el gol y esta temporada podrían coincidir en la Premier.
Un noruego, Haaland, y dos suecos, Isak y Gyökeres, peleando por un trofeo de máximo goleador que puede elevarse a cotas muy altas teniendo en cuenta la voracidad que vienen mostrando todos ellos en los últimos tiempos.
En registros históricos
Estos tres delanteros son los grandes culpables de que el impacto de los futbolistas escandinavos en las grandes ligas sea mayor con el paso de los años. Y es que, desde 1999 hasta 2025, el aumento de cuota goleadora ha sido total.
Por poner en contexto, en la temporada 1998-1999 se vieron algo menos de 150 goles de jugadores daneses, noruegos o suecos en las cinco grandes ligas. Una cifra notable ya que, a excepción de la siguiente, fue superior a la de los siguientes 19 años.
Sin embargo, en las tres últimas temporadas el salto ha sido mayúsculo. En la temporada 22-23 superaron los 175 tantos, en la 23-24 los 215 y en la última campaña se ha rebasado la barrera de los 250. Y eso que no cuentan los 39 de Gyökeres en la liga portuguesa.
Viktor Gyokeres celebra un gol ante el Vitoria S.C.
Haaland es quien ha engordado las cifras estos años, pero en el último curso ha tenido acompañantes de lujo. El noruego ha anotado 22 goles en la Premier League, Isak 23 también en el campeonato inglés y Sorloth 20 con el Atlético de Madrid en La Liga.
En total, hubo seis escandinavos en las cinco principales ligas europeas que marcaron 10 o más goles en la máxima categoría en la temporada 2024-25: la misma cantidad que Brasil e Italia (seis cada uno); solo uno menos que Inglaterra, mientras que los únicos otros países que lograron más fueron auténticas potencias del fútbol: Francia (14), España (11) y Alemania (8).
La historia fue similar en 2023-24, cuando seis escandinavos diferentes anotaron 10 o más goles en las cinco principales ligas europeas, colocando a la región solo detrás de Inglaterra (12), Francia, Alemania (ambos 9) y España (7).
En crecimiento
Uno de los factores clave para ver esta evolución de los jugadores escandinavos ha sido la modernización de la infraestructura futbolística.
La proliferación de campos de césped artificial en zonas urbanas y rurales ha permitido que el fútbol deje de ser un deporte estacional condicionado por el clima. Hoy se entrena y juega todo el año, lo que aumenta considerablemente las horas de práctica.
Esto ha favorecido un desarrollo técnico más refinado y continuado desde las categorías infantiles, incluso en comunidades pequeñas.
Sorloth celebra uno de los goles en la victoria ante la Real Sociedad.
A esto se suma un modelo de formación centrado en el jugador, que prioriza la creatividad, la toma de decisiones y la capacidad de resolver situaciones reales de juego, en lugar de imponer esquemas rígidos o tácticas repetitivas.
Si bien Dinamarca cuenta con una tradición más estructurada y arraigada en academias profesionales, Noruega y Suecia apuestan por una formación más flexible y descentralizada, lo que favorece una evolución más libre del talento natural.
Otro elemento fundamental es el aspecto físico y socioeconómico. Las poblaciones escandinavas figuran entre las más altas y atléticas del mundo gracias a décadas de buena alimentación, salud pública eficiente y un acceso igualitario al deporte desde edades tempranas.
Haaland, en el partido del Mundial de Clubes ante la Juventus.
Esta ventaja genética se traduce en delanteros potentes, listos para ganar duelos físicos y dominar el juego aéreo, capacidades históricamente valiosas en un "número nueve". A esto se suma una política activa de los clubes para dar minutos a jugadores menores de 22 años, lo que acelera su crecimiento competitivo y genera una vitrina para exportarlos a ligas más importantes.
En paralelo, existe una cultura futbolística ofensiva bien arraigada, especialmente en Dinamarca, cuyo estilo técnico y creativo moldea a sus jugadores con mentalidad atacante.
La aparición de referentes como Erling Haaland, Alexander Isak o Viktor Gyökeres refuerza este modelo y motiva a nuevas generaciones a seguir sus pasos. Así, Escandinavia no solo forma delanteros por necesidad, sino que ha convertido ese rol en un símbolo de identidad, desarrollo y ambición.