El Atlético de Madrid está volviendo a tener un mercado de fichajes ajetreado. No se movió antes del Mundial de Clubes, pero su discreta participación en el torneo obligó a activar la maquinaria de golpe y porrazo.
Los primeros en llegar fueron Matteo Rugeri y Álex Baena. Un lateral profundo y un mediapunta capaz de jugar acostado a una banda y diferencial en el golpeo de balón. Dos refuerzos más que necesarios y que fueron tan solo el principio.
Llegó después una calma tensa de varias semanas, pero de golpe y porrazo el club colchonero cerró dos nuevas incorporaciones en apenas 24 horas. Primero fue Cardoso, ex del Betis, y después lo hizo Thiago Almada en un movimiento inesperado.
Simeone quiere dar un salto y pelear por todos los títulos y estos cuatro fichajes ayudarán a aumentar el suelo y el techo competitivo del equipo. Ahora bien, todavía se esperan más movimientos tanto en la retaguardia como en el frente de ataque.
Urge la contratación de un central que puede ser el 'Cuti' Romero. Además, es necesario un perfil de extremo habilidoso capaz de romper líneas y dar algo más de verticalidad al juego del equipo.
Las dudas
Sobre el papel, las incorporaciones del Atlético de Madrid parecen buenas. Eso sí, tienen que demostrarlo sobre el terreno de juego. Los primeros años a las órdenes de Simeone y no todos los fichajes han logrado cuajar.
De esto habló el colaborador de televisión español Gonzalo Miró, quien sacó a la palestra algunos nombres que habían pasado sin pena ni gloria por el Atlético de Madrid.
"Son muy ilusionantes. Gaitán, Vitolo y Gelson también ilusionaban y al final no acabaron ni jugando tres partidos seguidos. A priori son buenos futbolistas que aumentan el nivel que hay ahora mismo en el equipo", dijo el tertuliano de El Partidazo de COPE.
Será misión de Simeone buscarles encaje en el once o en la rotación, pero también deberán los futbolistas dar el do de pecho y ganarse el puesto. Las expectativas son muy altas, pero el salto necesario para tocar metal es grande.
El Real Madrid se está reforzando y el Barça buscará dar algún retoque a un equipo que el curso pasado ya funcionó como un reloj suizo.