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El Chelsea, un equipo con dinero por castigo, parece haber salido del pozo cuatro años después de tocar el cielo Oporto. Conquistó la Champions en 2021 y entró en una crisis que le ha tenido alejado de la máxima competición continental en las dos últimas temporadas.

Una época oscura y que significó el fin de la era Abramovich y la llegada al club del empresario estadounidense Todd Boehly. Llegó dispuesto a devolver al Chelsea a lo más alto y parece bien encaminado a conseguirlo.

Eso sí, lo ha hecho a golpe de talonario. En apenas tres años, el Chelsea de Boehly ha batido todos los récords de gasto en fichajes. En la temporada 2022-23, el club desembolsó aproximadamente 611 millones de euros en refuerzos.

Lejos de frenar el ritmo, la inversión continuó en la 2023-24, con otros 464 millones de euros destinados a nuevos jugadores. En la campaña 2024-25, la cifra alcanzó los 282 millones, mientras que en el mercado de verano de 2025, hasta el mes de julio, el gasto ya supera los 240 millones de euros.

En total, más de 1.600 'kilos' de inversión para el Chelsea de Boehly, situando al club 'blue' como el más gastador de Europa en este periodo.

Entre los fichajes más caros de la era Boehly destacan nombres como Moisés Caicedo, por quien el Chelsea pagó 133 millones de euros al Brighton en 2023, y Enzo Fernández, que llegó procedente del Benfica por 121 millones.

Enzo Fernández es presentado como futbolista del Chelsea. REUTERS

A ellos se suman incorporaciones de alto coste como Wesley Fofana (hasta 87 millones), Mykhaylo Mudryk (70 millones), Marc Cucurella (hasta 73 millones), Christopher Nkunku (60 millones), Raheem Sterling (hasta 69 millones) y João Pedro (63,7 millones).

La estrategia de Boehly ha sido clara: rejuvenecer y reforzar la plantilla con talento joven y contratos largos, apostando por el futuro pero sin perder de vista la exigencia inmediata de títulos.

Esta política ha dotado al Chelsea de una de las plantillas más extensas y valiosas de la historia, con más de 40 jugadores en el primer equipo y una profundidad que ha generado debate en la Premier League y en el fútbol europeo.

En busca del poker

Sin duda, tener una cantidad ingente de futbolistas en el primer equipo le ha servido al Chelsea este año para hacer una temporada notable. Finalizó cuarto en la Premier logrando el billete a la Champions, pero la guinda fue el título de la Conference League.

Un título menor, más aún para un Chelsea que era súper favorito desde el día 1 de competición, pero en el que tenía toda la presión. Acabó tocando metal y lo hizo por todo lo alto tras golear al Chelsea en la final firmando una segunda parte sobresaliente.

Reece James levanta el trofeo de la Conference. REUTERS

Un título que le convirtió en el primer club de la historia en ganar la Champions, Europa League y Conference League. Un registro único que están empeñados en seguir superando con el Mundial de Clubes.

Y es que los de Enzo Maresca esperan rival en la final después de superar a Fluminense con una exhibición de Joao Pedro, flamante fichaje 'blue'. Dos golazos del brasileño que pusieron a los suyos a tan solo un paso de otro nuevo trofeo.

No serán favoritos para la final, jugarán contra el Real Madrid o PSG, pero sí que parece seguro que plantarán cara sea quien sea el rival.