Hace justo una semana, el FC Barcelona desembolsó 26,3 millones de euros para liberar a Joan García del Espanyol. Ahora, el club azulgrana vuelve a enfrentarse a otro escenario similar con Nico Williams.
La situación es idéntica: el Athletic se niega a negociar un pago fraccionado por su perla de Lezama, exigiendo el abono íntegro de los 58 millones de la cláusula, que, con el IPC, rondan ya los 62.
El interés de la entidad presidida por Laporta es firme: existe un preacuerdo de seis temporadas para que Nico Williams llegue con una ficha ligeramente inferior a otras ofertas –7-8M netos por año—, en un gesto de compromiso con el proyecto de Hansi Flick.
Sin embargo, la capacidad del club para asumir esa cifra antes del 1 de julio, fecha límite para cumplir la regla 1:1 de ingresos y gastos de LaLiga, está en entredicho.
Este jueves, el propio Laporta se reunió en las oficinas con ejecutivos del área deportiva, encabezados por Deco, y del departamento económico para evaluar distintas fórmulas de pago.
Se barajaron alternativas como el fraccionamiento escalonado o la implicación del jugador en negociar directamente con el Athletic, aunque las expectativas de éxito son escasas. Las relaciones con el club vasco están en punto crítico y no se esperan concesiones.
Paralelamente, el club estudia la venta del 5 % de palcos VIP en el Camp Nou, un movimiento que aportaría hasta 100 millones de euros, pero que, según Javier Tebas, presidente de LaLiga, "no será suficiente para devolver al Barça al 1:1".
El mandatario advirtió: "El Barça sabe qué debe hacer: equilibrar cuentas con salidas de primer nivel y ajustes salariales".
Buscando qué vender
En ese sentido, Deco ha revisado la plantilla de arriba abajo. Como mejor activo, aparece Ronald Araújo, cuyo valor de mercado se sitúa en 35 millones según Transfermarkt. Aun así, el club se resiste a desprenderse de uno de sus capitanes y piezas clave en la zaga.
Otra opción es Fermín López, que ha atraído al Bayern Múnich, a la Premier League y a equipos ricos de Arabia Saudí. No obstante, la apuesta de Flick por Fermín está blindada: el alemán valora su competitividad, su capacidad goleadora y su conexión con figuras como Olmo, Gavi y De Jong.
Jugadores estructurales como Koundé, Cubarsí, Balde o Pedri quedan al margen de la operación, al igual que las posibles salidas de Ter Stegen y Christensen o las de talento joven (Iñaki Peña, Gerard Martín, Pablo Torre, Ansu o Pau Víctor), cuyos montantes no cubren las exigencias económicas.
En redes sociales, Lamine Yamal y Balde han lanzado ya guiños cariñosos a Nico. El trasfondo de este pulso entre Athletic y Barcelona remite a la desconfianza mutua en los despachos. El club rojiblanco, que ya bloqueó el pasado verano el intento culé de repescar al navarro, ha endurecido su postura tras la última filtración.
En el plano deportivo, la gran incógnita es cómo encajar a Nico con Raphinha, pilar ofensivo tras su temporada de ensueño (34 goles y 25 asistencias).
Comparativa entre Nico Williams y Raphinha
Ambos extremos comparten perfil, pero se diferencian en el estilo: el brasileño destaca por aparecer por dentro, mientras que el navarro basa su juego en el uno contra uno pegado a la banda.
Un escenario con ambos implicaría un 4-2-3-1 en el que Nico cubra la izquierda, Raphinha actúe como mediapunta y Lewandowski encarne el referente ofensivo. La polivalencia de Olmo le permitiría ser una opción secundaria en banda, tras el delantero y hasta como falso nueve.
La hora de la verdad
La amenaza de sanciones por incumplimiento de los límites salariales y la presión de los órganos de control de UEFA añaden una capa extra de complejidad. El Barça, uno de los clubes con mayor deuda neta de Europa, necesita cerrar este capítulo con éxito para evitar restricciones en fichajes y renovaciones futuras.
El desenlace del 'caso Nico Williams' marcará el pulso entre la ambición de Laporta y la cruda realidad financiera del club. Flick, en lo deportivo, ya perfila alternativas para no resentir el equilibrio táctico, pero será en los despachos donde se decida si el Barcelona puede permitirse cumplir sus sueños y reforzar el ataque sin hipotecar su viabilidad.
Mientras el mercado se caldea, la operación de Nico Williams se ha convertido en el termómetro de la salud económica y deportiva de un Barcelona que ha de demostrar, de nuevo, su capacidad de maniobra en situaciones límite.