Esta temporada se ha producido el regreso del Barça, un club que en los últimos años había naufragado por Europa y que no conseguía estabilidad, ni institucional y tampoco deportiva. Sin embargo, los azulgranas han asentado las bases de un futuro prometedor con la consecución de los tres títulos nacionales.
Después de haberse alzado con el título de Liga en la noche del jueves, la expedición salió a las calles de Barcelona a celebrar con sus aficionados los tres títulos conseguidos. Los hinchas culés tenían ganas de celebración y no fallaron a su cita. Las calles en la Ciudad Condal estaban abarrotadas.
En la celebración hubo un importante detalle en el autobús. "Campions: el nostre estil, el nostre llegat" ("Campeones: nuestro estilo, nuestro legado"), se podía leer. Y es que después de unos años donde el estilo no había dado su resultado, el ADN volvió con la llegada de Hansi Flick.
El alemán mantuvo la esencia del fútbol de toque, pero le añadió una virtud táctica basada en la alta presión tras pérdida y con la portería rival siempre entre ceja y ceja, lejos de tanto toque de balón innecesario. El resultado ha sido tres títulos en su primera temporada como entrenador del Barça y una afición orgullosa de su equipo.