El Real Madrid es, posiblemente, el club que más presión tenga en este tramo final de temporada puesto que son los vigentes campeones y no tienen margen de error si quieren apurar sus opciones de ganar La Liga. Los cinco partidos que restan, quince puntos todavía en juego y un Clásico entre medias son las opciones que tiene el conjunto blanco de remontar los cuatro puntos que le separan del Barça.
La primera prueba la tendrá ante el Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu. Los de Ancelotti vuelven a jugar delante de su afición tras la derrota en la final de la Copa del Rey ante el Barça. Plebiscito sobre el equipo y también sobre un entrenador que en los últimos días ha sido noticia por su futuro lejos de Concha Espina.
La temporada está próxima a llegar a su desenlace y en líneas generales el Real Madrid no ha estado a la altura. Los continuos altibajos han provocado que sus opciones de ganar el campeonato no pasen por ganar los cinco partidos que quedan, sino más bien por esperar algún pinchazo de un Barça que, a pesar de mostrarse intratable, puede despistarse con la Champions.
Sacar los tres puntos del partido ante el Celta de Vigo resulta una obligación para un club que no tiene margen de error, aun más si cabe conociendo ya el resultado del Barça ante el Real Valladolid y con la disputa del Clásico el próximo sábado 11 de mayo. Sin embargo, la visita del conjunto celeste no será muy agradable.
Los de Claudio Giráldez ya estuvieron a punto de meter en un problema al Barça en Montjuïc y, por consiguiente, haberle hecho un favor al Real Madrid. El Celta mantiene intacto el sueño de meterse en Europa la próxima temporada -ocupan la séptima plaza que da acceso a la Europa League- y en el Santiago Bernabéu van a querer aprovecharse de un rival con dudas.
Mucho en juego
El partido llega en un momento crítico en la temporada al que el Real Madrid llega abonado al 1-0, ya que sus últimas tres victorias en Liga han sido por este resultado, y con seis bajas de calado por lesión que dejan la defensa al límite: Carvajal, Militao, Rüdiger, Alaba, Mendy y Camavinga no podrán participar en lo que queda de Liga.
La final de Copa perdida por el Real Madrid y el ruido que se ha generado por la posible salida de Carlo Ancelotti han disparado la ilusión en un Celta de Vigo que sueña con asaltar el Santiago Bernabéu, a donde regresa su equipo tres meses después de su polémica eliminación en el torneo copero.
Aquella derrota dolió mucho en el vestuario celeste por la actuación arbitral de Munuera Montero. El conjunto vigués reclamó un penalti de Lunin sobre Swedberg antes del 1-0 de Kylian Mbappé, además de una mano de Rüdiger y una posible expulsión del brasileño Endrick, que luego marcaría dos goles en la prórroga.