El Barça ya conoce su rival en las semifinales de la Champions League. Se medirá al Inter de Milan que hizo buena su victoria en el Allianz y eliminó al Bayern de Múnich a pesar de empatar en el duelo de vuelta en San Siro.
Un duelo trepidante en el que el conjunto alemán estuvo cerca de forzar la prórroga, pero que acabó sucumbiendo a la puntería de los transalpinos en el tramo decisivo del choque.
Harry Kane adelantó al Bayern a los 52' de juego, pero el conjunto dirigido por Inzaghi le dio la vuelta a la tortilla con goles de Lautaro Martínez y Pavard en un lapso de apenas tres minutos.
Se desató la locura en San Siro, pero Dier hizo temblar a los tifosi con un gol a falta de un cuarto de hora. Lo intentó el Bayern hasta el final, pero no logró el tanto que mandara el partido a la prórroga.
Para el final
Inter y Bayern se dejaron toda la emoción para la segunda mitad. El primer acto fue una toma de contacto, pero todo se desató tras el paso por los vestuarios.
Cuando Harry Kane empató la eliminatoria con su gol en el minuto 52, San Siro enmudeció. El 0-1 del delantero inglés provocó el miedo y la parálisis general en los interistas, que vieron cómo se esfumaban las semifinales de entre sus manos tras una gran primera mitad en la que supieron sobrevivir ante las acometidas de los bávaros.
Pero de entre todos los 'nerazzurri' del estadio, hubo uno, el de siempre, que en ningún momento dudó de su equipo. Se lo echó a las espaldas en el momento de máxima dificultad y, como en la ida, cuando en el minuto 88 gestionó una jugada brillante para encarrilar la victoria en los minutos finales, apareció por todo lo alto, como protagonista indiscutible para presentar la candidatura oficial de este Inter que sueña con el triplete.
Lautaro celebra su gol contra el Bayern de Múnich.
No fue especialmente bonita su intervención en el gol, pero sí estelar. Después de otro primer tiempo genial en el que domó a Kim Min Jae y Dier, se puso el mono de trabajo para acabar lo que empezó en Múnich. Apenas 6 minutos después de que el Bayern comenzara a soñar con el tanto de Harry Kane, que marcó después de que Dimarco le dejara mucho espacio para pensar, empató con un gol de nueve puro.
Remató en un saque de esquina con la cabeza pero Kimmich se interpuso en su camino. El balón que quedó suelto en el área tenía dueño y, con el empeine y la convicción de quien se sabe superior, fulminó a Urbig para desencadenar la locura en San Siro, para descorchar el delirio durante 3 minutos decisivos.
Entró en trance el estadio italiano. También los jugadores de Simone Inzaghi, que olieron sangre y fueron a matar. Darmian rozó el gol con un disparo que sacó Dier bajo palos y, en ese mismo saque de esquina, llegó el 2-1. Tuvo que ser Pavard, con la cabeza, el que matara a su exequipo. Aunque no se acordó demasiado porque lo celebró por todo lo alto.
Kimich, consolado por Calhanoglu.
Se volcó el Bayern en los compases finales. Con más corazón que cabeza buscó la épica para soñar con la final en su estadio. Encontró recompensa en un tanto de Dier y se vino más arriba. Le hizo dos goles a un equipo que había encajado solo 3 en lo que iba de competición. Pero no pudo doblegar a un Inter que apunta muy alto. Juega bien, sabe sufrir y, sobre todo, tiene a Lautaro. El Barcelona espera en semifinales, con la vuelta, de nuevo, en San Siro.
Inter 2-2 Bayern de Múnich
Inter de Milán: Sommer; Pavard, Acerbi, Bastoni (Bisseck, m.88); Darmian, Barella (Frattesi, m.88), Calhanoglu, Mkhitaryan, Dimarco (Carlos Augusto, m.72); Thuram y Lautaro Martínez (Taremi, m.81).
Bayern Múnich: Urbig; Laimer (Coman, m.83), Dier, Kim (Guerreiro, m.65), Stanisic; Kimmich, Goretzka (Pavlovic, m.83); Olise, Muller, Sané (Gnabry, m.65); Kane.
Goles: 0-1, m.52: Kane; 1-1, m.58: Lautaro; 2-1, m.61: Pavard; 2-2, m.76: Dier.
Árbitro: Slavko Vincic (Eslovenia). Mostró tarjeta amarilla a Arnautovic (m.69) por parte del Inter de Milán; y a Kim Min-Jae (m.28), Dier (m.46) por parte del Bayern Múnich.
Incidencias: encuentro correspondiente a la vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Estadio Giuseppe Meazza (San Siro) de Milán (norte).