Kylian Mbappé ha culminado la semana perfecta del Real Madrid siendo el gran protagonista en la victoria ante el Villarreal en La Liga. Los jugadores no entienden de desgaste físico y en La Cerámica se pusieron el mono de trabajo y consiguieron una sufrida victoria que les devuelve el liderato de la clasificación a expensas de lo que haga el Barça. [Así hemos vivido la victoria del Real Madrid]
Sacar los tres puntos de La Cerámica se había convertido en una asignatura pendiente para el Real Madrid en los últimos años. Desde febrero de 2017 no ganaban al Villarreal a domicilio en La Liga, pero el impulso de la clasificación a los cuartos de final de la Champions tras ganar al Atlético de Madrid hizo que los de Ancelotti no se salieran de su hoja de ruta.
El Villarreal trató de aprovecharse del desgaste físico de los blancos imponiendo un ritmo alto de partido. La jugada le salió bien por momentos a los de Marcelino, pero emergió la figura de Mbappé para darle los tres puntos a un Real Madrid que sueña con La Liga.
La remontada de Mbappé
Conscientes del cansancio físico que arrastraban los jugadores del Real Madrid, el planteamiento de partido que realizó Marcelino García Toral pasaba por presionar muy arriba la salida del balón del equipo blanco. La presión asfixiante empezó a dar sus frutos cuando los blancos tuvieron muchas dificultades para salir de su propio campo.
No tardó el Villarreal en dar al Madrid el primer susto por medio de Ayoze. El delantero armó el disparo en la frontal del área en una acción mal defendida por la zaga del equipo blanco, pero se encontró con una manopla descomunal de Courtois para mandar el balón a saque de esquina.
El submarino amarillo perdonó en la primera ocasión, pero no lo hicieron en la segunda. El saque de esquina cerrado al primer palo terminó en la espalda de Tchouaméni y Juan Foyth pescó en río revuelto y aprovechó el balón suelto en el área pequeña para abrir el marcador en La Cerámica.
Mbappé celebra con Lucas Vázquez y Bellingham su segundo gol en el partido.
Buchanan pudo hacer el segundo con un disparo lejano que no encontró portería. La ocasión provocó la desesperación de Ancelotti que pidió a sus jugadores subir las líneas y cerrar los espacios. Dicho y hecho. El Real Madrid mejoró y empezó a amenazar la portería de Diego Conde por medio de Mbappé y Rodrygo, los jugadores que más peligro generaron en ataque.
Los blancos reaccionaron, empezaron a imponer su juego y no tardaron en marcar el gol del empate. En una gran jugada colectiva, Brahim se quedó mano a mano con Diego Conde, pero el portero español le ganó la partida en una primera instancia, aunque en el rechace apareció Mbappé para introducir el balón al fondo de la portería.