Publicada

La temporada 2024-25 ha entrado en la fase crítica donde no hay descanso y tampoco margen de error. La Liga, la Champions y la Copa del Rey están en juego. Tras la victoria en la tanda de penaltis el pasado miércoles ante el Atlético de Madrid, al Real Madrid le toca cambiar el chip para enfrentarse al Villarreal con el objetivo de volver a liderar la clasificación y aprovecharse del enfrentamiento directo de los rojiblancos ante el Barça. 

El Villarreal y el Real Madrid se enfrentan en un duelo en el que después de sus recientes tropiezos, los locales la última jornada ante el Alavés y los visitantes hace dos ante el Real Betis, tienen necesidad de un buen resultado para no descabalgarse de la pelea por la cuarta plaza, en el caso de los de Marcelino, y de la lucha por el título, los de Carlo Ancelloti.

Con enfado por el poco descanso hasta el partido en La Cerámica y esperando un resultado que estreche aún más la apasionante pelea por el título en el pulso del Metropolitano entre Atlético de Madrid y Barcelona, el Real Madrid encara una de las salidas más complejas de lo que le resta de Liga.

Un examen siempre complejo, el Villarreal en La Cerámica, y más aún con los condicionantes en los que llega el partido: el desgaste físico del Metropolitano en la Champions que se decidió tras prórroga en la tanda de penaltis que nuevamente sonrió al Real Madrid en su competición fetiche. Sin margen para levantar el pie en LaLiga, con la cercanía en el recuerdo de lo ocurrido en casa del Real Betis cuando la motivación no fue la adecuada. La cuarta derrota liguera. Una más puede ser decisiva.

El Villarreal, por su parte, se encuentra inmerso en la pelea por jugar la Champions la próxima temporada. Los de Marcelino García Toral son quintos en la clasificación, a cinco puntos del Athletic Club y tres por encima del Betis, aunque tienen un partido menos, el aplazado contra el Espanyol.