La celebración más importante para la comunidad musulmana ya ha comenzado y con ello, la preocupación de los clubes para que el rendimiento de sus jugadores no disminuya debido a las ofrendas que los jugadores han de realizar, el ayuno desde el amanecer hasta el anocher y la oración en determinados momentos del día.
Este año, el Ramadán ha comenzado el 1 de marzo y durante cuatro semanas los adultos musulmanes sanos deberán cultivar la devoción y la reflexión a través de la oración y la lectura del Corán. Es obligatorio para todos los seguidores del Islam, excepto para aquellos adultos que por enfermedad crónica no puedan realizarlo, así como para embarazadas, madres en periodo de lactancia, diabéticos o las mujeres cuando pasen la menstruación.
Esta celebración, que forma parte del noveno mes del calendario islámico, supone además una gran prueba para los deportistas debido a la exigencia a nivel físico de las competiciones. Los jugadores tienen cambiar su plan de trabajo y adaptarse, aunque en los últimos años en Inglaterra se han llegado a protagonizar momentos sin precedentes.
En la temporada 2023-24, en el partido que enfrentí al Bournemouth de Andoni Iraola ante el Cystal Palace, el futbolista de 'the cherries', Dango Ouattara se dirigió al área técnica poco después del inicio del partido para que el cuerpo técnico del entrenador vasco le ofreciera comida y bebida para así poder romper con el ayuno.
Este gesto, realizado con una rodilla sobre el césped, no solo fue apoyado por sus compañeros y rivales, sino que contó con la complicidad del árbitro, quien detuvo el encuentro brevemente en un acto de respeto hacia el futbolista y su fe.
Los sacrificios por el Ramadán
La festividad se celebra en el noveno mes del año lunar musulmán y cae en esta ocasión entre el día 1 y el 31 de marzo con la celebración de Eid. Hay miles de deportistas que afrontan este periodo adaptando sus creencias a su día a día como deportistas de élite. Detrás tienen a un equipo de asesores en nutrición que les acompañan y asesoran. Les elaboran una serie de rutinas mínimas diarias con el fin de que puedan cumplir con los preceptos de su religión pero sin limitar su condición física.
Cada jugador estará bien monitorizado y con análisis de sangre y orina para conocer cómo afecta el ayuno a su estado de salud. Tras el Ramadán, es habitual realizar una antropometría para conocer el estado físico tras el mes de ayuno.
Este mes sagrado del Islam tiene, además de una función religiosa, una mental (fortalece la voluntad) y moral (hacer comprender lo que sufren las personas privadas de alimento). En cualquier caso, el ayuno no es para todos. Los ancianos, los enfermos y las mujeres que están embarazadas, amamantando o menstruando no tienen que ayunar. Lo mismo sucede cuando se viaja más de 80 kilómetros, aunque deben recuperar esos ayunos.
Jugadores terminaban su ayuno durante una pausa aprobada por la liga en Holanda durante la temporada pasada.
Los jugadores musulmanes han conseguido normalizar que en mitad de las partidos puedan ingerir alimentos cuando se cumplen las condiciones que marca esta celebración. Hace tres temporadas, 'Mo' Salah le pidió a Klopp, por aquel entonces entrenador del Liverpool, si podía cambiar los entrenamientos matutinos durante el Ramadán con el objetivo de que pudieran participar del alimento previo al amanecer.
"Se lo toman muy en serio porque comprenden cuánto de importante es para mí e importante también para el resto de jugadores, porque necesitamos mantenernos en forma", admitió Mohamed Elneny la temporada pasada. El que fuera mediocentro del Arsenal reconoció que el equipo empieza a preparar a los futbolistas unas dos semanas previas al primer ayuno, revisando "literalmente todo" lo que los jugadores podrían necesitar para mantener un desempeño óptimo, en declaraciones recogidas por The New York Times.
El plan de los futbolistas
En Inglaterra y los Países Bajos, las ligas también crearon reglas que explícitamente permiten realizar pausas de Ramadán durante los partidos, y los árbitros de Alemania tienen la facultad de detener el juego por la misma razón.
Tanto jugadores como técnicos y preparadores físicos intentan buscar soluciones. Si la ruptura del desayuno se efectúa justo antes o durante el partido, los fisios intentan hidratar al futbolista poco a poco y le dan alimentación fácil de digestión. Sin embargo, la dosis de los alimentos debe ser precisa para evitar el sentimiento de pesadez. El jugador debe recuperar la energía y la hidratación, pero sin perder su ligereza.
Con el Ramadán dentro del calendario futbolístico de Inglaterra, la Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA) lleva años impartiendo en los clubes talleres de concientización sobre las "Consideraciones hacia el jugador musulmán", diseñados para ayudar a los entrenadores y a los equipos multidisciplinares a apoyar a los jugadores que ayunan durante el mes religioso.