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El Barça ha sido el equipo que ha salido favorecido en la lucha por La Liga al término de la jornada 23. Los azulgranas hicieron los deberes ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán y reafirman las sospechas de que este equipo nada tiene que ver con el que sumó seis puntos de veinticuatro posibles. [Así hemos vivido la victoria del Barça]

La plantilla del Barça tenían la oportunidad de dar un golpe encima de la mesa y apretar aún más la pelea por el título y no la desaprovecharon. A los de Hansi Flick les vino de perlas el empate del derbi entre Real Madrid y Atlético de Madrid una vez que han conseguido la victoria ante el conjunto sevillista en un partido muy trabajado.

El conjunto azulgrana hizo gala (otra vez) de una efectividad que asusta. El Barça necesitó sólo seis tiros a puerta para marcar cuatro goles, mientras que el Sevilla con cuatro remates, sólo marcó uno. La única noticia que tiene que lamentar el equipo es la lesión de Ronald Araujo.

Los recursos de cada equipo

Tal y como viene sucediendo en los últimos partidos, el Barça ha recuperado su seña de identidad y no especula en absoluto en cuanto el colegiado pita el inicio de partido. Los de Hansi Flick no tardaron en poner de manifiesto que el control del balón iba a ser para ellos, aunque el Sevilla con sus armas, plantó cara.

Apenas tardó seis minutos Lamine Yamal para tener una grandísima ocasión que acabó desbaratando Nyland. En un cambio de orientación perfecto de Pedri, el extremo golpeó la pelota conforme le vino, sin dejar que bote en el terreno de juego, pero el portero sevillista sacó una mano providencial que dejó al azulgrana con la miel en los labios.

El Barça avisaría una vez, pero no dos. En el saque de esquina, una jugada ensayada terminó con el centro al área de Raphinha, Íñigo Martínez asistió a Lewandowski y en un gol de auténtico 'killer', el polaco abrió la lata cogiéndole la espalda a Juanlu.

Los jugadores del Barça celebran el gol de Lewandowski. EFE

Un minuto es el tiempo que le duró la alegría al Barça. En la siguiente jugada, Saúl recibió un pase en profundidad y con una defensa azulgrana tan adelantada, el Sevilla tuvo un tres para dos que no desperdició. El exjugador del Atlético de Madrid abrió al segundo palo y Rubén Vargas hizo a placer el gol del empate.

El fulgurante inicio de partido que protagonizaron ambos equipos hizo presagiar que salir con los tres puntos del Sánchez Pizjuán iba a ser una tarea realmente complicada. El Barça lo siguió intentando, pero los jugadores pecaron en varias ocasiones de precipitarse. El Sevilla, por su parte, esperaba replegado atrás y hacía daño a la contra.