La temporada del Barça no está resultando idílica tal y como hacía presagiar el equipo después de un comienzo de temporada inmejorable. Tan solo el transcurso de los meses podía poner fin a una versión indestructible. En los últimos meses del año Hansi Flick fue testigo de cómo el equipo se le cayó, pero el alemán ha cambiado la dinámica peligrosa del conjunto azulgrana con sus decisiones.
En todos los equipos hay jugadores que dan puntos, pero en el caso del Barça, la figura del entrenador es también un factor que ha provocado el buen hacer del equipo en momentos cumbres. Hansi Flick pertenece a ese amplio grupo de entrenadores que prefieren no cambiar nada cuando el equipo va bien, pero cuando el alemán ha tenido que mover ficha, sus movimientos han resultado definitorios.
El exseleccionador de Alemania no se casa con nadie. En ningún momento le ha temblado el pulso cuando ha tenido que sentar a Iñaki Peña, el portero titular ante la lesión de Ter Stegen, Dani Olmo, Raphinha, Lamine Yamal o Lewandowski. Propio de la filosofía alemana, el colectivo es más importante que las individualidades y en eso se agarra un Hansi Flick que ha conseguido tener a toda su plantilla enchufada.
La enfermería del Barça se ha ido vaciando con el transcurso de las jornadas. Íñigo Martínez se ha recuperado de la rotura del bíceps femoral del muslo derecho que sufrió ante el Real Madrid en la Supercopa de España y ya es uno más en los entrenamientos. Flick, por el momento, sigue apostando por Araujo, aunque el central vasco es uno de sus preferidos.
Una sobrecarga en el muslo ha dejado a Dani Olmo en el dique seco las últimas tres semanas, aunque el internacional con la Selección ha regresado a la convocatoria ante el Valencia para el partido de la Copa del Rey. A pesar de que a Christensen le quedan dos semanas, el fondo de armario del alemán ha aumentado, aumentando así las alternativas de Hansi Flick.
El 'jaque mate' de Flick
El alemán puso de manifiesto sus intenciones en el partido de la fase liguera de la Champions ante el Borussia Dortmund. En el Westfalenstadion, con el 1-1 imperando en el electrónico, Flick sentó a Dani Olmo, Raphinha y Lewandowski. La jugada le salió perfecta al entrenador del Barça. Ferran Torres, quien entró sustituyendo a Lewandowski, anotó un doblete en 20 minutos y le dio la victoria al conjunto azulgrana.
En este comienzo del año, hay partidos que se le han atascado al Barça. Getafe, Benfica y Deportivo Alavés son un claro ejemplo de ello. Sin embargo, el equipo salió airoso ante portugueses y vitorianos debido a las decisiones que se tomaron desde el área técnica.
En el Estadio Da Luz, a falta de 15 minutos el marcador era de 4-2. Al término del partido, el resultado fue 4-5. Difícil de explicar, excepto para Flick. El alemán arriesgó y planteó un sistema formado por un 3-4-3 sin laterales. Al más puro estilo Johan Cruyff, Flick decidió tirar una moneda al aire y el final fue épico.