El Manchester City tiene un problema serio y Guardiola parece no encontrarle solución... a pesar de que viene de lejos. El conjunto citizen ha tirado la Premier a las primeras de cambio -están en quinta posición a doce puntos de un Liverpool líder que tiene un partido menos- y su situación en Champions no es favorable.
El campeón de Europa en 2023 está cerca de claudicar si en la última jornada no consiguen llevarse la victoria ante el Brujas en el Etihad Stadium. Al término de la jornada siete, el Manchester City está en puestos de eliminación, pero todavía queda un partido por disputarse, es decir, el equipo inglés aún tiene una última bala.
Sin embargo, la inercia que atraviesa el conjunto dirigido por Pep Guardiola sigue siendo preocupante. El equipo no carbura a pesar de haber recuperado a algunos de los jugadores lesionados que señalaba el de Santpedor como el motivo por la situación del club. Más allá de encontrar una regularidad de resultados, el City se ha convertido en un equipo endeble.
Los goles de Grealish y Haaland parecían vaticinar una importante victoria en el Parque de los Príncipes donde la preocupación recaería sobre su amigo Luis Enrique. No obstante, el resultado pasó del 0-2 al 4-2 en un abrir y cerrar de ojos. El PSG acabó dando la vuelta al marcador y puso al Manchester City al filo del alambre.
Una tendencia que empieza a asustar, ya que esta temporada han sido nueve los partidos donde los de Guardiola se han puesto por delante en el marcador y al final no han terminado llevándose la victoria. Además, por primera vez en su historia en la Champions, el Manchester City perdió un partido tras ponerse dos goles por delante en el marcador.
Un partido a vida o muerte
Bajo la dirección técnica de Pep Guardiola, resulta muy inusual ver al Manchester City sometido por algún rival. La fortaleza táctica de un equipo bien trabajado se imponía a los contrarios al tiempo que la superioridad física terminaba por decantar los partidos más igualados. Sin embargo, ante el Paris Saint-Germain los ingleses no dominaron en ninguna de estas facetas.
"Han sido mejores que nosotros con y sin balón. Hay que aceptarlo. Es imposible jugar bien si no tenemos el balón. En el fútbol todo ocurre en el mediocampo. Y Luis Enrique puso más jugadores en el centro del campo y por eso fue superior el PSG. Ellos, además, tienen un físico que nosotros no tenemos ahora mismo", reconoció el entrenador del equipo 'skyblue' tras la derrota ante los parisinos.