Un penalti en el último minuto de juego dejó a España sin conseguir ni una sola victoria en este parón internacional. La Selección no pudo pasar del empate en un partido loco ante Brasil que tuvo tensión y también emoción hasta el último instante. 

Pese al resultado, el equipo de Luis de la Fuente cuajó un partido que invita al optimismo. Fue dueño y señor de la primera mitad, es cierto que ante una Brasil venida a menos en los últimos tiempos, y aunque en la segunda parte tuvo un momento de desconexión que permitió el empate de la Canarinha, encontró la manera, no sin polémica arbitral, de salir victoriosa. 

Más allá del marcador, que en realidad es lo de menos en este tipo de amistosos, España convenció con su juego. Fue ambiciosa en la presión alta, desbordó por las bandas con Nico Williams y sobre todo Lamine Yamal, y vino a demostrar que Rodri, seguramente el mejor centrocampista del mundo, es un seguro de vida.

Rodri celebra uno de sus goles ante Brasil. REUTERS

Tan sólo una pifia de Unai Simón al filo del descanso permitió a los brasileños meterse en el partido. Y cuando parecía que la victoria iba a ser un hecho para la Selección, el penalti de Carvajal y el gol de Paquetá desde los once metros dejó un poco fría a España.

Un inicio serio

Después del fiasco de hace unos días en el partido ante Colombia, España sabía que tenía que resarcirse. Primero, por recuperar sensaciones en esta ventana internacional, y segundo porque jugaba en un Santiago Bernabéu volcado con ver a la Selección antes de la Eurocopa. 

La lectura fue buena y la primera parte idónea. O casi, quitando el borrón de Unai Simón. España se convirtió en la dominadora del primer acto y lo hizo además de forma práctica. Fue vertical por las bandas con Nico Williams y Lamine Yamal, contundente en el centro del campo con Rodri como guía y con destellos de mucha calidad como el de Dani Olmo en el segundo gol.

El choque comenzó a ponerse pronto de cara para la Selección. En medio de este buen arranque, Lamine Yamal cogió el balón en el costado derecho, sorteó rivales y se metió en el área. Ahí cayó derribado en un movimiento un tanto forzado, y el colegiado cayó en la trampa porque señaló penalti cuando el contacto con el defensor brasileño había sido mínimo.

Vinicius y otros jugadores de Brasil se lamentan por el penalti. REUTERS

No había VAR en este amistoso, así que la pena máxima era irrefutable. Rodri, que ha vivido unas horas complicadas por el reciente fallecimiento de su abuelo, asumió la responsabilidad y se encargó de poner el primer gol en el marcador. Lanzó al centro, engañando a Bento, así que pudo realizar su dedicatoria especial al cielo.

Aquel penalti había llegado fruto de una de las múltiples incursiones de Yamal por el costado derecho. El jovencísimo jugador del Barça, siendo un adolescente, demostró personalidad para jugar con España ante toda una Brasil y en el Santiago Bernabéu. Si eso no intimida, por mucho que sea un amistoso, es que tiene una madera especial para ser futbolista. Increíble actuación del delantero.

Rodri ejecuta el primer penalti con España. REUTERS

Suyo fue también un disparo que no llevó peligro poco después del gol, y Brasil tardó más de un cuarto de hora en dar señales de vida en ataque. Lo hizo con una buena acción individual de Rodrygo, que tras marcharse de Carvajal en el área, cedió atrás para el tiro flojo de Vinicius. 

España desbordaba por la banda y Nico Williams se aprovechó de la endeblez defensiva de los sudamericanos para ejecutar un disparo desde dentro del área, pero la más clara llegó un poco después. De nuevo Yamal hizo de las suyas por la derecha, puso el centro y el balón quedó para la llegada de Fabián desde atrás que, con un fuerte disparo, envió el esférico por encima del larguero. 

La Selección estaba siendo netamente superior a una Brasil muy pobre que dejaba claro que está en un periodo incierto pese a contar, como siempre, con jugadores de talla mundial. Casi un 70% de posesión tenía el equipo de Luis de la Fuente y eso se tradujo en el segundo gol.

Dani Olmo, felicitado por sus compañeros de España. REUTERS

Dani Olmo recibió un pase de Yamal dentro del área. Ahí hizo virguerías, le tiró un caño a Beraldo, se marchó también de Guimaraes y ante la salida de Bento acomodó el balón en el fondo de la portería con su pierna izquierda. Un golazo de primera calidad.

Parecía que se iba a marchar España con medio partido en el zurrón, pero entonces llegó la pifia de Unai Simón. El guardameta le regaló el balón a Rodrygo de forma incomprensible al intentar sacar la jugada desde atrás, y el jugador del Real Madrid definió con una gran vaselina. Una acción inaceptable que puede costar muy caro en competición, y van ya unas cuantas de Unai con la Selección.

Llega Endrick

El descanso marcó un punto de inflexión en el partido. La segunda parte no se pareció en nada a la primera, entre otras cosas porque Brasil fue un equipo mucho más serio y sobre todo peligroso.

Hubo cambios en la Canarinha, y sobre todo entró en el terreno de juego Endrick. El partido tenía mucho de especial para el jovencísimo futbolista del Palmeiras, que la temporada que viene jugará en el Real Madrid. Había mucha expectación por ver cómo serían sus primeros minutos en el Santiago Bernabéu, y sabiendo que tenía todas las miradas encima demostró una personalidad increíble.

Suyo fue el gol del empate. Llevaba tan sólo cinco minutos sobre el césped, así que eso fue lo que tardó en estrenarse como goleador en el Bernabéu. Cazó un mal despeje de Laporte tras un córner, ejecutó una gran volea y batió por bajo a Unai Simón. Vaya bautizo.

Los jugadores de Brasil celebran el gol de Endrick. REUTERS

Poco después dio el susto, porque tuvo que ser atendido e incluso llegó a salir momentáneamente del terreno de juego por unos problemas musculares. Por suerte, pudo continuar.

Hubo momentos de zozobra para España, que se vio superada en muchas facetas por Brasil, y Unai Simón tuvo que meter una gran mano para evitar la remontada que buscaba Rodrygo tras una gran acción individual por la banda derecha. 

La Selección mejoró sensiblemente con el paso de los minutos, y seguramente merecía más en el cómputo global del encuentro. Pudo conseguirlo con un disparo de Olmo que atajó bien Bento con una intervención abajo, y en el tramo final Endrick le tiró un par de patadas a Cucurella sin balón de por medio en una acción que por suerte no pasó a mayores y terminó con ambos futbolistas abrazándose. 

Endrick celebra su gol en el Bernabéu. REUTERS

Parecía que el partido se encaminaba irremediablemente hacia el empate, pero entonces el colegiado volvió a hacer de las suyas. Si ya fue polémico el penalti de la primera mitad señalado sobre Lamine Yamal, el árbitro se cubrió de gloria señalando una segunda pena máxima. Un leve toque sobre Carvajal terminó con el lateral por los suelos y con los brasileños muy cabreados por la decisión.

Rodri aceptó de buen grado la oportunidad y con tranquilidad hizo su segundo gol desde el punto de penalti. Parecía muerto el choque, pero quedaba un último giro de guion. Carvajal cometió ya en el último instante, en el minuto 95, un claro penalti sobre Galeno y Paquetá equilibró el marcador para dejar las tablas definitivas.

España 3 - 3 Brasil

España: Unai Simón; Carvajal, Laporte, Le Normand (Cubarsí, m.81), Cucurella; Rodri, Fabián; Lamine Yamal (Navas, m.92), Dani Olmo, Nico Williams (Sancet, m.89); y Morata (Oyarzabal, m.81).



Brasil: Bento; Danilo (Yan Couto, m.46), Fabricio Bruno, Beraldo, Wendell; Bruno Guimaraes (André, m.46), Joao Gomes (Pereira, m.46), Lucas Paqueta; Raphinha (Endrick, m.46), Rodrygo (Galeno, m.82) y Vinícius (Douglas Luiz, m.71).



Goles: 1-0, m.12: Rodri de penalti. 2-0, m.36: Dani Olmo. 2-1, m.40: Rodrygo. 2-1, m.50: Endrick. 3-2, m.87: Rodri de penalti. 3-3, m.96: Paquetá de penalti.



Árbitro: Antonio Nobre (POR). Amonestó a Le Normand (34), Laporte (42) y Carvajal (52) por España; y a Guimaraes (42), Paqueta (58), Endrick (79), Pereira (85) y Beraldo (93) por Brasil.



Incidencias: encuentro amistoso en contra del racismo, disputado con bajo el lema 'Una misma piel', en el estadio Santiago Bernabéu ante 68.000 espectadores.