El Barça no sólo tenía que vencer, sino también convencer en su regreso a La Liga después del grave traspié contra el Shakhtar Donetsk en Champions League. Consiguió lo primero, ganar por la mínima, pero desde luego que no lo segundo porque los culés volvieron a dejar muchísimas dudas en un partido gris. [Así vivimos la victoria del Barcelona ante el Alavés]

El Deportivo Alavés marcó un gol, pero bien pudieron ser hasta cuatro en una primera mitad en la que en cuanto a ocasiones pasó por encima de un Barcelona endeble y con Koundé señalado en la zaga. Samu tardó tan sólo 18 segundos en inaugurar el marcador para los vitorianos y bien se pudo ir con un saco al descanso, pero tan sólo su falta de acierto evitó un escándalo y un cisma en Montjuïc. 

Los de Xavi Hernández sobrevivieron a una primera mitad terrorífica y, como era de esperar, reaccionaron en el segundo acto. Sin maravillar, sin brillar y lejos de la excelencia en su juego de la que siempre habla el entrenador, los culés consiguieron remontar gracias a un cabezazo antológico de Lewandowski y a un penalti transformado por el polaco. 

Lewandowski celebra su gol con Koundé. REUTERS

Los tres puntos, por lo tanto, se quedaron en la ciudad condal pero de una manera mucho más sufrida de lo esperado. El juego sigue ofreciendo muchas dudas y hay quien ya abre el melón de si Xavi Hernández está capacitado realmente para llevar a este Barça a la excelencia.

El Alavés perdona

Parece mentira decir esto, pero el Deportivo Alavés perdonó una goleada en la primera mitad ante el Barcelona. Si Xavi Hernández quería espantar los fantasmas que volvieron a aparecer después de la derrota ante el Shakhtar en Champions, consiguió precisamente todo lo contrario en este primer acto.

Fueron 45 minutos de terror para el Barça desde el primer segundo hasta el último. O desde los 18 segundos, mejor dicho, que fue el breve espacio de tiempo que tardó el Alavés en adelantarse en Montjuïc. Gündogan perdió un balón en campo rival y ahí los vitorianos lanzaron la contra. Guridi lo hizo a la perfección, abrió a la banda para el centro de Javi López y en el primer palo apareció Samu para remachar.

Nadie se lo creía. Era la primera jugada del encuentro y el Alavés ya marchaba por delante. Quién lo iba a decir. Pero si aquello fue una sorpresa, lo fue más todavía lo que sucedió en los minutos sucesivos, que fueron un calco de esa primera acción. Los de Luis García perdonaron una y otra vez, y eso lo terminaron pagando como era de esperar en la segunda mitad. 

Samu Omorodion se marcha de varios rivales. EFE

Samu se convirtió en una auténtica pesadilla para la defensa culé. Koundé e Íñigo Martínez quedaron retratados hasta el extremo por el delantero del Alavés, que si hubiera tenido un poco más de acierto habría dejado visto para sentencia el choque en el primer acto.

A los ocho minutos tuvo un lanzamiento desde dentro del área tras ganar en el uno contra uno a Koundé, y poco después gozó de la ocasión más clara del partido. Samu le ganó la espalda a la defensa, se plantó en el mano a mano ante Ter Stegen con todo el tiempo del mundo e inexplicablemente tiró la pelota directamente fuera. 

Un cuarto de hora de juego y el Alavés podría haber llevado una ventaja de tres goles tranquilamente en el marcador. El Barça, inoperante en ataque, tan sólo se estiró con una internada en el área de Lewandowski, que se encontró con Sivera. 

Samu celebra el gol del Alavés ante el Barcelona. EFE

La última de Samu, a la media hora, fue determinante para el cambio táctico de Xavi. Otra vez que el delantero del Alavés volvió loco a Koundé, se fue de él como si de un juvenil se tratara y estrelló el esférico contra el larguero. Eso hizo que Xavi mandara a Koundé a la banda y Araujo pasara a ocupar el centro de la zaga antes del descanso.

La reacción

No podía hacerlo peor el Barça, que ya había despertado los primeros silbidos en la grada, así que la segunda mitad evidenció una mejoría de los culés. El equipo de Xavi Hernández pasó a vivir casi constantemente en campo rival y cercó el área del Alavés, que dejó de dar noticias de vida en ataque. 

Yamal fue protagonista de un lamentable piscinazo dentro del área que el VAR revisó y que, por supuesto, no determinó como penalti. Pero estaba al caer el premio del Barça, y no podía ser otro que Lewandowski el que pusiera la salsa del gol. Y de qué manera. Un centro de Koundé desde la derecha (mucho mejor en la banda que en el centro) encontró la cabeza del polaco, que conectó un cabezazo imparable para poner el empate. 

Lewandowski celebra un gol con Joao Félix. EFE

Fueron momentos para la esperanza del Barcelona, que sin maravillar pareció estar muy cerca del segundo gol y de la remontada. Sin embargo, tras unos instantes de apuros el Alavés empezó también a mostrar las garras y volvió a pisar el área culé mucho tiempo después. 

El choque podía caer de cualquiera de los dos lados y normalmente en este tipo de ocasiones la balanza se decanta del lado del equipo que tiene más aplomo y estrellas. Ese, en este caso, fue el Barça. La entrada de Ferran al campo le hizo mucho bien al Barça y al ex del Valencia fue a quien Abqar le hizo un penalti tan grosero como absurdo.

Lewandowski, por la escuadra, materializó la pena máxima pese a que Sivera le adivinó las intenciones. Pese a todo el Alavés no se deslavazó y llegó vivo a los últimos minutos. De hecho, con un cabezazo de Kike García y un derechazo de Nahuel estuvieron cerca de significar el empate en el tiempo añadido, pero a los vitorianos se les había mojado la pólvora. Tres puntos importantes pero muy poco estéticos para el Barcelona.

FC Barcelona 2 - 1 Alavés

Barcelona: Ter Stegen; Araujo, Koundé (Balde, min.70), Íñigo Martínez, Cancelo; Gündogan, Fermín (Raphinha, min.63), Pedri (Romeu, min.81); Lamine Yamal, Lewandowski y Joao Félix (Ferran, min.70).



Alavés: Sivera; Gorosabel (Tenaglia, min.85), Abqar, Marín, Duarte, Javi López; Guevara, Guridi (Ianis Hagi, min.79), Blanco (Mendes, min.85); Luis Rioja (Rebbach, min.63) y Samu Omorodion (Kike García, min.79).



Goles: 0-1, min.1: Samu Omorodion. 1-1, min.53: Lewandowski. 2-1, min.78: Lewandowski, de penalti.



Árbitro: Busquets Ferrer (Comité balear). Mostró amarilla a Lewandowski (min.62), Duarte (min.75) y Gündogan (min.92).



Incidencias: Partido de la jornada 13 de LaLiga EA Sports disputado en el Estadio Olímpico Lluís Companys ante 38.183 espectadores. Antes del inicio, la futbolista del Barcelona Aitana Bonmatí ofreció a la afición su Balón de Oro y los jugadores del Alavés salieron con una camiseta de apoyo a su central Alexandar Sedlar, lesionado de larga duración.