Se dice que nunca hay que vender la piel del oso antes de cazarlo, pero no pasa nada por afirmar que a la selección española sub21 se le está poniendo cara de campeona de Europa. El combinado nacional venció a Ucrania en las semifinales del Europeo de manera muy clara (5-1) y con una remontada incluida, así que tan sólo le falta un último paso para conseguir el objetivo. 

Las sensaciones que ofrece el equipo de Santi Denia son cada vez mejores. Pese a que se vio por debajo en el marcador en el arranque, supo demostrar una madurez fuera de lo común y una solvencia extraordinaria para darle la vuelta al choque casi cuando quiso. Esta vez no tuvo que esperar hasta el final como en el anterior enfrentamiento ante Ucrania, ni tampoco despistes que forzaran una prórroga como en los cuartos de final.

España doblegó a Ucrania con todas las de la ley, de una forma inapelable y haciendo justicia a lo que se vio sobre el terreno de juego. Abel Ruiz empató el choque apenas tres minutos de encajar el gol inicial, y después Sancet, Antonio Blanco, Aimar Oroz y Sergio Gómez completaron la remontada y la goleada para entrar casi silbando en la gran final del torneo.

Oihan Sancet, celebrando el gol de España ante Ucrania en la semifinal del Europeo sub21 EFE

El último escollo será Inglaterra. Desde luego que este paso final no va a ser sencillo, pero es que a la calidad individual que se le ha visto a España en muchos de sus jugadores hay que sumarle que en el banquillo está un mago como Santi Denia. Con sus decisiones y movimientos de fichas también ha decidido partidos, así que son muchos factores que invitan al optimismo. 

La remontada

España entró muy bien al partido. El favoritismo recaía sobre la Selección así que respondió a lo esperado, porque se hizo con el control del balón y puso las primeras ocasiones sobre la portería ucraniana. Sancet, con un lanzamiento desde dentro del área, puso el primer aviso para que Trubin enviara a córner, así que todo apuntaba a que los de Santi Denia se adelantarían más pronto que tarde.

Sin embargo, como en el fútbol no hay nada escrito sucedió precisamente todo lo contrario. España se enfrentaba a la Ucrania, entre otros, de Bondarenko, jugador del Shakhtar Donetsk, o de Mudryk, por quien hace apenas unos meses el Chelsea desembolsó nada más y nada menos que 100 millones de euros. Tenían mucho peligro en ataque los ucranianos y lo confirmaron.

España celebra uno de los goles ante Ucrania. EFE

Antes de que llegara el primer cuarto de hora, Mudryk volvió loca a la defensa española con una acción individual en la que se adentró en el área, sirvió el balón atrás y conectó con Bondarenko, que definió desde dentro del área. Qué calidad la del jugador del Chelsea para desequilibrar por la banda en una baldosa. 

Se le ponían las cosas cuesta arriba a España nada más arrancar el partido, pero los jugadores españoles ni se inmutaron. Confiaron en su plan, siguieron practicando su juego y la recompensa no tardó en llegar. Abel Ruiz ganó un pase a la espalda de la zaga ucraniana, se impuso gracias a su gran corpulencia en el choque y, tras un pequeño barullo, consiguió poner de nuevo el empate en el marcador. Apenas habían pasado tres minutos. 

El momento del 2-1 de Sancet. EFE

Fue la manera de autoconvencerse que tuvo la selección española de que estaba siguiendo el camino correcto pese a haberse visto por debajo. Y eso lo confirmó todavía más cuando poco después Sancet logró darle la vuelta al marcador. Abel Ruiz, que realizó un partido de escándalo, tocó de tacón el balón en la fronta y por allí llegó el del Athletic para, con un gran derechazo desde la frontal del área, hacer el segundo tanto.

Entre tanto dominio español, todavía hubo tiempo para que Arnau Tenas se reivindicara en la portería. Era complicado atar en corto a Mudryk, así que volvió a desequilibrar y puso otro gran balón para el remate de Sikan, pero aquel disparo fue abortado por una magnífica intervención de Arnau. 

Exhibición completa

La segunda parte tan sólo tuvo un color. España completó su lección de fútbol y puso la marcha directa hacia la gran final, donde ya esperaba Inglaterra tras imponerse a Israel en la otra semifinal. Muy pronto los de Santi Denia dieron el golpe definitivo al partido, algo que dejó ya sin capacidad de reacción a Ucrania.

Abel Ruiz volvió a dejar otro detalle de magia con una rabona que despejó la defensa ucraniana. No obstante, el rechace no fue bueno porque el balón quedó en las inmediaciones del área, algo que aprovechó Antonio Blanco para anticiparse, robar y marcar el 3-1. Punto final al partido.

El momento del gol de Aimar Oroz. EFE

Todavía quedaba más de media hora por delante pero todo estaba visto para sentencia. Desde ahí hasta el 90 lo que se pudo ver fue una exhibición de la sub21, completaza por un golazo de Aimar Oroz y por otro, a cada cual más espectacular, de Sergio Gómez por toda la escuadra.

El trabajo estaba hecho, y Santi Denia movió durante la segunda mitad el banquillo para dar refresco a los que más castigados estaban. Le salió todo al técnico, porque cualquiera que entró desde la banda aportó calidad a raudales. El último paso, el sábado ante Inglaterra.

España 5 - 1 Ucrania

España: Arnau Tenas; Víctor Gómez, Aitor Paredes, Jon Pacheco, Juan Miranda; Antonio Blanco (Adrián Bernabé, m.75), Alex Baena (Gabri Veiga, m.75), Oihan Sancet (Aimar Oroz, m.59); Rodri Sánchez (Ander Barrenetxea, m.59), Sergio Gómez (Rodrigo Riquelme, m.80) y Abel Ruiz.



Ucrania: Anatolii Trubin; Oleksii Sych, Arseniy Batagov, Maksym Talovierov, Kostiantyn Vivcharenko (Maksim Bragaru, m.61); Volodymyr Brazhko (Ivan Zhelizko, m.61), Artem Bondarenko (Oleg Ocheretko, m.76); Oleksandr Nazarenko (Oleksii Kashchuk, m.46), Georgiy Sudakov, Mykhailo Mudryk; y Danylo Sikan (Vladyslav Vanat, m.61).



Goles: 0-1, m.13: Artem Bondarenko. 1-1, m.17: Abel Ruiz. 2-1, m.24: Oihan Sancet. 3-1, m.54: Antonio Blanco. 4-1, m.68: Aimar Oroz. 5-1, m.78: Sergio Gómez.



Árbitro: Erik Lambrechts (Bélgica). Amonestó a Antonio Blanco (m.37) en España y a Oleksii Sych (m.44) en Ucrania.



Incidencias: partido correspondiente a las semifinales Europeo sub-21 disputado en el Steaua Stadium de Bucarest, capital de Rumanía.