Este viernes, Pep Guardiola habló en rueda de prensa desde Mánchester sobre lo ocurrido con Vinicius en Mestalla y el racismo en España, dentro y fuera del fútbol. El técnico catalán dio una visión particular, mostrándose "poco optimista conociendo el país". Un día más tarde le ha llegado la réplica, quizás desde donde menos se podía esperar: la sala de prensa del FC Barcelona con Xavi Hernández ante el micrófono.

El que fuera pupilo de Pep en el Barça y ahora ocupa su asiento en el banquillo ha reconocido que discrepa del análisis que hizo Guardiola de la situación. Para Xavi, el racismo en España sí tiene solución y pasa por la educación. Estas fueron sus palabras ante los medios de comunicación:

"Mira que estoy de acuerdo en casi todo con Pep, pero ahí discrepo. Creo que es un tema educacional. Si nos quedamos como estamos, entonces no avanzaremos. Pero si el otro día se para el partido y los futbolistas se van para casa pues ya estamos educando a la gente", señaló.

Para Xavi, la responsabilidad central de este asunto está en "los estamentos, el Gobierno, el presidente de LaLiga". Sin embargo, siente que también hay un poco de responsabilidad en cada uno y, del mismo, en el fútbol para "educar a las nuevas generaciones para que no vean el insulto como normal".

El discurso de Guardiola, en cambio, fue así: "El racismo está en todos los lados, no en un solo sitio. Es un problema en todos lados. Nos han educado para pensar que somos mejores que nuestros vecinos, que somos mejores que el resto", empezó Pep.

"Pero nuestras generaciones vienen de todas partes del mundo. Nuestros ancestros vienen de inmigrantes, de guerras, de dictaduras. Gente que tuvo que salir de sus países, crear sus familias, quizás volver a su país de origen... El problema es que el racismo está en todas partes. Y no solo en el color o el sexo, también en las actitudes. Nos creemos que nuestro país es mejor que el resto, que nuestro idioma es el mejor. Cuanto más viajes, más te das cuenta de que todos somos iguales, aceptas la diversidad. Aún estamos muy lejos de eso", siguió

Y concluyó con las palabras que sembraron la polémica: "Esperemos que pueda haber sido un paso para que las cosas mejoren en España, pero no soy optimista. Conozco un poco el país y no soy realmente optimista".