¿Hasta cuándo aguantará Cristiano Ronaldo? Es la pregunta que muchos se hacen respecto al delantero portugués, que a sus 36 años, 37 en febrero, sigue sin dar signos de debilidad acordes con la edad. El astro del Manchester United sigue estando entre los mejores del mundo y su secreto está en su físico. "Puede jugar hasta los 41", decía Mick Clegg, el que fue su primer preparador físico. Ahora ha incorporado a su equipo de trabajo una cámara de oxígeno hiperbálica para tratar de alcanzar ese objetivo.

La constancia de Cristiano con su cuerpo reduce el riesgo de padecer problemas físicos, pero estos pueden ser la única 'kryptonita' que podría frenar a Ronaldo. Ese es el principal motivo por el que ha instalado en su casa de Manchester esta herramienta que le ha costado casi 20.000 euros. En el pasado la había utilizado ya, precisamente durante su estancia en el Real Madrid se sometió a este tratamiento durante algunas lesiones. Pero nunca la había tenido tan a mano.

Muy pocos pueden llegar a este nivel y mucho menos a esta edad. Una de las claves para mantenerse así es su gran condición física y su cuidado. No solo vale con tener esta cámara hiperbálica, si no que también combina su actividad de entrenamientos con una dieta muy concreta. La alimentación ha sido esencial para llevar el nivel de Cristiano al de leyenda. En su rutina no puede faltar ese culto a los alimentos, casi hasta parecer enfermizo el control que hace sobre lo que come.

Cristiano Ronaldo se queja de una acción en un partido contra el Newcastle Europa Press

"Dormir bien, comer bien y entrenar bien. Son las tres cosas principales para un jugador", así describió Cristiano Ronaldo hace un par de años las claves para rendir siempre al máximo. Con más problemas por la cuestión lógica de la edad ahora en Manchester, sigue consiguiendo ser el más destacado de su equipo. El mundo ya conoce a la perfección esta ambición infinita del luso, pero sus límites son cuestión de estudio para la física y la metafísica. De lo primero se ocupará con esta nueva adquisición.

La cámara hiperbárica

Quienes defienden la medicina hiperbárica parecen atribuirle casi una propiedad panacea: quita el dolor, recupera lesiones y hasta mejora el rendimiento deportivo. Al menos eso prometen entrenadores y médicos del mundo de la élite deportiva. El mismísmo Lebron James usa casi religiosamente la cámara para recargar su cuerpo antes y después de los partidos. Con sus 37 años parece que le funciona viendo su rendimiento en Los Ángeles Lakers.

Esta terapia consiste en someter a una persona a una presión superior a la atmosférica, que es con la que convivimos casi todos los seres humanos, mediante una cámara especial. Además de la presión, en la cámara se aumenta notablemente la concentración de oxígeno, de manera que se incrementa la presión del mismo y, supuestamente, la concentración del elemento de la tabla periódica en sangre.

Entre los deportistas la medicina hiperbárica promete aliviar el dolor de una lesión, aumentar la resistencia y también el rendimiento. Pero esos no son los únicos supuestos que se le atribuyen. Quienes la defienden aseguran que tiene la capacidad de curar los problemas de sordera neurosensorial, problemas asociados a la diabetes, la anemia severa, las infecciones necrotizantes... y un sinfín más.

Sin embargo, los metaanálisis, por el momento, muestran la necesidad de hacer más investigación y señalan que no existen evidencias contundentes que demuestren un verdadero beneficio. En cuanto a los tiempos de recuperación, tampoco existen evidencias contundentes que indiquen que la medicina hiperbárica ayude más que cualquier otro tipo de tratamiento. Quizá todo dependa de las sensaciones del mismo usuario más que de cualquier evidencia científica.

Una dieta privativa

Pero Cristiano Ronaldo no lo apuesta todo a la recuperación en esta cámara. Sus famosas dietas y el culto que venera a su cuerpo son un ejemplo más de deportistas que invierten mucho dinero y esfuerzo para llevar un paso más allá sus carreras. El portugués sigue el 'régimen de los seis platos' y el secreto es solo uno: las porciones y el contenido de las mismas.

Tal y como informa, el delantero tiene como desayuno los siguientes alimentos: jamón, queso y yogurt de bajas calorías. El primer almuerzo suele llevarlo con pollo y vegetales, mientras que el segundo se basa en consumir pescado y puede repetirlo una o dos veces durante la jornada. Durante horas de la tarde toma unos snacks (tostadas o frutas) y, finalmente, por la noche come un trozo de carne, generalmente, acompañado de ensalada.

Su obsesión por el ejercicio físico lo explicó su ex compañero en la Juventus, Mehdi Benatia: "En un partido ante Atalanta en Bergamo los dos fuimos suplentes porque a los tres días íbamos a jugar otro encuentro y el entrenador quiso hacer rotaciones. Cuando estábamos en el autobús de regreso, Cristiano me dijo: ¿Qué vas a hacer ahora? Yo le contesté: Son las once de la noche. Me voy a casa. ¿Por qué? Y él me dijo: ¿Vamos a hacer algo de ejercicio en el gimnasio? No sudé y lo necesito. ¿Vienes? Yo le respondí que eran las once de la noche y sólo quería llegar a casa y ver la televisión".

Lo ha ganado todo (o casi todo porque no tiene un Mundial en sus vitrinas), pero aún quiere más. Probablemente no haya un carácter similar en el futuro del fútbol y, aunque pasen los años, ahí sigue demostrando sus cualidades. El portugués, una temporada más, sigue acaparando los focos. Levantar otro título con el Manchester United es su obsesión y, aunque no lo tiene sencillo, con Cristiano Ronaldo de por medio no se puede descartar nada.

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