Mientras el Barça sigue mostrándose incapaz de competir en los grandes partidos, en Marsella hay un canterano culé que va cogiendo protagonismo en el club de la ciudad gala. Este domingo, sin ir más lejos, tuvo minutos en el clásico francés contra el PSG. Su nombre es Konrad de la Fuente, quien este verano salió de la entidad azulgrana ante la falta de oportunidades.

Konrad ha hablado sobre su pasado en el Barça y los motivos que le llevaron a decidir que lo mejor era marcharse, porque sí, la decisión fue suya: "Fui yo quién decidi irme, durante seis meses lo estuve hablando con mis representantes. Siendo realistas, iba a ser difícil tener un tiempo de juego interesante en el primer equipo. La diferencia está ahí. Ya he jugado más de 500 minutos y es solo octubre, tengo 20 años. En el Barça probablemente no hubiera jugado tanto. No habría sido lo mismo".

Ha hablado en el canal de Twitch Jijantes, donde le preguntaron sobre su relación con Ronald Koeman y si sabía por qué este no contaba con él: "No sé qué pensaba Koeman de mí. Estuve la temporada pasada con ellos, pero apenas jugué (tres partidos con el primer equipo). Estaba feliz de estar allí y entrenar con los mejores. He aprendido mucho. Fue una buena experiencia", analiza.

Konrad de la Fuente, en su presentación con el Olympique de Marsella OM

Sobre volver al Barça en un futuro se muestra cauto: "Soy muy culé, nunca se sabe el futuro, pero estoy centrado en mi temporada aquí. El resto, lo veremos más adelante".

Presente en Marsella

Su presente pasa por el Olympique de Marsella. En el equipo que dirige Sampaoli está teniendo minutos desde el principio de temporada y ha encontrado también su hueco en el vestuario: "Me adapté bastante bien, muy rápido. Tengo la confianza del entrenador y de mis compañeros. Los hispanohablantes Álvaro, Pol y Balerdi me hicieron sentir bienvenido. En la ciudad estoy contento, el idioma, hablo las palabras básicas y eso me ayudó".

Sobre su entrenador solo tiene elogios pese a lo complicado que fue en un inicio: "Sampaoli es muy bueno pero también muy exigente, con mucho trabajo táctico todos los días. Durante la preparación, tuve miedo con las sesiones dobles, a partir de las 8 de la mañana, entrenamientos de dos horas y media, una hora de sala... y partidos entre semana. Fue difícil".