Después del bochorno originado en torno a la polémica fecha para la CONMEBOL con 11 días de competición, llegó el momento surrealista del Brasil - Argentina. La UEFA y la FIFA recrudecieron sus relaciones después de que el organismo mundial permitiera estas fechas para la celebración de los partidos de la clasificación para la Copa del Mundo de Catar 2022. La suspensión de este partido ha sido el último esperpento que dejan los partidos de selecciones.

La Covid-19 provoca estas situaciones extrañas, pero en este caso se ha utilizado como excusa dentro de una guerra aún más grande entre las federaciones, las ligas, la FIFA y los jugadores. Cuando se llevaban jugados 5 minutos y 10 segundos del primer tiempo, ingresaron cuatro fiscales de Anvisa, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil, y hombres de la policía al campo de juego a por Emiliano Martínez, Emi Buendía, Cristian Romero y Giovani Lo Celso. Frenaron el partido y uno, con un acta en mano, quiso explicar que tres jugadores no podían jugar y tenían que ser deportados junto con Buendía, que estaba en la grada.

Brasil, que venía de organizar una Copa América que se cambió de ubicación precisamente por la pandemia, paralizó un partido porque cuatro jugadores habrían mentido supuestamente sobre su presencia en Reino Unido a su llegada a Brasil, una cuestión por la que cualquier otro ciudadano tendría que pasar 14 días de cuarentena. 

El esperpento terminó con el encuentro suspendido y un gran marrón para la FIFA que tendrá que resolver sobre un partido trascendental de la clasificación para el Mundial 2022 de Catar. Todo comenzó el pasado viernes, cuando los futbolistas llegaron a Brasil. La polémica estaba abierta ya que en un principio no podían entrar estos cuatro jugadores, pero parecía que se había llegado a un acuerdo entre las diferentes partes. Anvisa ya amenazó el sábado con que los jugadores debían quedarse aislados en el hotel. Estos salieron, llegaron al campo y tres iban a jugar. Finalmente, el brete acabó en este ridículo que el organismo dirigido por Gianni Infantino debe resolver.

La FIFA

El ente es el que primero respaldó a CONMEBOL para celebrar este parón largo, perjudicando a los clubes europeos. Desde algunos países del viejo continente querían impedir que los futbolistas acudieran a la llamada de sus selecciones. LaLiga acudió al TAS y su fallo terminó haciendo que tuvieran que ceder los futbolistas y el calendario se tenga que readaptar. 

Negoció con CONMEBOL y el Ministerio de Salud brasileño para que no tuvieran problemas, pero el gobierno apoyó la decisión de Anvisa de ir a por los jugadores. Por el momento, lo único que ha dicho es que "lamenta las escenas" y que "los órganos disciplinarios pertinentes analizarán la información contenida para tomar la correspondiente decisión a su debido tiempo". Hay precedentes que indican que el encuentro se podría recuperar una vez esté decidida la clasificación, así como también existen amenazas previas en las que Brasil podría perder el partido ya que la CBF, la federación, es la responsable final de lo sucedido.

Los agentes sanitarios entran al partido Reuters

De momento, la FIFA se ha cubierto al tratar que la suspensión la llevó a cabo el árbitro por motivos de fuerza mayor, un factor importante ya que esta denominación encuentra excepciones en la normativa del organismo. 

Barra Torres

El responsable de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria es un militar y cirujano vascular que fue elegido por el propio Jair Bolsonaro en noviembre de 2020 para estar a cargo de esta organización. Antonio Barra Torres fue el hombre que decididó que se fuera a por los futbolistas. Conocido por el líder brasileño en los círculos militares de Río de Janeiro, ambos compartieron desde un principio una idea cercana a minimizar a la pandemia de coronavirus, con la prioridad en no perjudicar la actividad económica. Por ello, la polémica siempre le ha rodeado.

Sus trabajadores son los que entraron al campo para tratar de llevarse a los cuatro jugadores que habían mentido en el formulario. Tenían intención de deportarlos y multarlos al haber incumplido con la cuarentena obligatoria. Toda la delegación argentina regresó a su país, por lo que la primera parte ya no podrá suceder; aunque si se demuestra que mintieron en su declaración al entrar al país, podrían ser fuertemente sancionados.

Antonio Barra Torres, presidente de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil REUTERS

"Los cuatro jugadores argentinos recibieron órdenes de permanecer aislados para ser deportados. Pero no se respetó. Fueron al estadio, entraron al campo, la secuencia es de desobediencia. Los cuatro serán multados y sancionados por la secuencia de infracciones sanitarias. No cumplieron con la normativa sanitaria brasileña", sostuvo Barra Torres en diálogo con ESPN. Se enfrentan a una multa de 324 euros.

El vuelo

'Cuti' Romero, Giovanni Lo Celso, Emi Martínez y Emi Buendía llegaban desde la Premier League a este parón, después de que Inglaterra trató de impedir que estos jugadores viajaran al estar en las zonas en alerta por Covid-19 para el Reino Unido. De hecho, a su regreso también se encontrarán problemas para regresar al país británico por las restricciones que existen.

Esta región también está en 'red zone' para Brasil, por eso es obligatoria la cuarentena para los futbolistas. Scaloni decidió que tres de ellos incluso jugasen y, cuando entraron al campo para llevárselos, el resto de sus compañeros les protegieron. El propio plantel, empujado por un delegado de CONMEBOL, decidió dejar la cancha después de que les sugirieran que se fueran para evitar que se potenciaran los incidentes.

Brasil y Argentina

La legendaria rivalidad entre estos países en el mundo del fútbol se trasladó a la política. La pregunta que todo el mundo se hace es por qué no fueron a por ellos antes del partido. Desde el sábado, Anvisa fue al hotel de la selección argentina. Más allá de lo acordado con CONMEBOL, con protocolos del fútbol que permitieron jugar durante la pandemia y acordados entre las diez federaciones, el estado de Sao Paulo determinaba que los jugadores debían ser deportados.

La policía brasileña espera fuera del estadio Reuters

El país brasileño quería dar una imagen ante todo el mundo, por eso el gobierno se puso del lado de la agencia cuando todo apuntaba a ese acuerdo entre las partes para que los futbolistas pudieran jugar. Sobre todo, después de que Brasil no pudiera convocar a sus estrellas que están en la Premier League. 

Pero es el propio país brasileño el que se pone en evidencia. Estas restricciones con el Reino Unido imperan desde el 14 de mayo. Durante la preparación de la Copa América, Firmino, Alison, Gabriel Jesús, Ederson y Richarlison pudieron incorporarse a la concentración cuatro días después de jugar en la Premier League el 27 de mayo. El día 4 de junio ya estaban jugando contra Ecuador en Porto Alegre, por lo que en este caso no hubo cuarentena.

Hay muchos factores detrás de lo sucedido en este Brasil - Argentina que quedará para el recuerdo. La presencia de un político como Bolsonaro, las cuestiones por las que la 'Canarinha' no podía convocar a los jugadores de la Premier League para jugar como local y el precedente sobre esta fecha ampliada para CONMEBOL con la polémica con los clubes europeos solo hacen que refrendar que el cambio en la selección de los parones internacionales es necesario.

[Más información: Se busca solución a un bochorno mundial: ¿FIFA respaldará a Argentina? ¿Castigo a Brasil?]

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