El Valencia está en una situación extremadamente complicada. El mal rumbo del equipo año tras año ha dejado un ambiente muy negro dentro del club y de una plantilla que ha sido completamente desmantelada este verano sin que hayan llegado refuerzos de nivel para suplir las bajas. Ahora mismo, el conjunto de Javi Gracia está en un momento límite. 

Este verano se marcharon de Paterna jugadores de la talla de Dani Parejo, Coquelin, Rodrigo o Kondogbia y el proyecto de Javi Gracia no ha recibido los estímulos que el técnico demandaba. Para reconstruir esta situación se han quedado algunos veteranos como Gayá, Jaume o Soler y gente muy joven como Kang In-Lee, Manu Vallejo, Yunus o Guillamón. Jugadores con un buen futuro por delante, pero sin experiencia suficiente como para sostener al equipo. 

Por si esto fuera poco, estos jugadores jóvenes están cada vez más cerca de tener que pelear por evitar males mayores como podrían ser una caída a los puestos más bajos de la clasificación. Para colmo, estrellas como Guedes o Maxi Gómez no muestran toda la implicación necesaria y su talento brilla por su ausencia. Jugadores diferenciales que deberían salvar partidos y que realmente no dejan de ser un problema más. 

Guedes durante el encuentro del Granada-Valencia EFE

La racha de tropiezos del Valencia en las últimas fechas es realmente alarmante. La crisis es fuerte, pero el final del túnel todavía no ha llegado, porque falta luz suficiente para encontrar la salida. Solo hay un laberinto, largo y complicado, de calles inconexas y de malos resultados. En los últimos ocho partidos, el conjunto che solo ha ganado dos de ellos. Uno ante el Celta, ganado en el último suspiro y de aquella manera, y otro ante el Elche, un equipo en descenso. Ambos fueron en casa. 

Sin embargo, la dura derrota ante el Getafe ha devuelto esos terribles fantasmas a Mestalla, ya que el rumbo del equipo de Javi Gracia es claramente negativo, amenazando con introducirse en la zona de descenso, una zona con la que ya han coqueteado en los últimos años y en la que han demostrado que no están nada cómodos, que no saben competir por un objetivo tan cruel como deprimente. 

El descenso acecha

A los equipos grandes, cuyos objetivos son los títulos y pelear por competiciones europeas, se les da muy mal luchar contra los modestos. No es su liga, ni su hábitat, y por eso son los más damnificados en esas guerras. Sin embargo, el Valencia tiene que hacer borrón y cuenta nueva y prepararse para una disputa titánica contra sus miedos y contra el descenso, que es lo que le queda a este equipo hasta final de temporada salvo que cambien muchos las cosas. 

Gabriel Paulista intenta taponar el disparo de Jaime Mata EFE

Tras el duelo frente al Getafe, Gabriel Paulista, uno de los veteranos que sigue dando la cara por el equipo, salió para atender a los medios tras el varapalo frente a los de Bordalás. Al ser preguntado por el descenso, el brasileño no pudo reprimir su dolor y terminó llorando de impotencia y de rabia, asumiendo una situación muy, muy complicada. 

Aún así, sacó fuerzas para responder y mandar un mensaje de esperanza, quizás el último creíble, a todo el valencianismo: "Es jodido escuchar esto. Un club tan grande como el Valencia y escuchar esto es jodido, pero tenemos que sacar esto hacia delante. Nos quedan muchos partidos y vamos a mejorar y vamos a llevar al Valencia donde merece". Sollozando, destrozado y sin aliento, Paulista intentaba convencerse a sí mismo de que es posible revertir la situación. 

[Más información: El Getafe recupera la solidez perdida y se reencuentra con la victoria goleando al Valencia]

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