A pesar del empate, nadie que viera el Athletic - Levante puede decir que se aburrió. Choque trepidante entre dos equipos muy en forma y que estuvieron a la altura del premio que tiene esta eliminatoria: un puesto para la final de la Copa del Rey. Gonzalo Melero sorprendía a San Mamés en los primeros instantes del choque y, a pesar de las intervenciones de Dani Cárdenas, Íñigo Martínez consiguió perforar su portería para poner las tablas en el marcador y hacer que las espadas estén en todo lo alto para la cita del Ciutat de Valencia en un mes. [Athletic Club 1-1 Levante: Narración y estadísticas]

Sendos tantos a centros de Jorge de Frutos e Iker Munian que, no obstante, dejan en ligera ventaja al conjunto de Paco López, que la busca la primera final de su historia, por el valor de los goles marcados en campo contrario. Se puede decir que el 1-1 hizo justicia a cada equipo en cada tiempo, ya que el Levante fue mejor en la primera mitad y el Athletic, con tres cambios hechos por Marcelino García Toral, en la segunda.

Eso sí, la sensación es que los vascos pudieron tener más premio. Aunque en llegadas y ocasiones fue superior el equipo bilbaíno, que encontró con un gran Dani Cardenas bajos palos y un Oscar Duarte insuperable. El costarricense bloqueó hasta tres balones, dos a Iñaki Williams y uno a Alex Berenguer, con muchas opciones de gol. Aún así, no fuern ellos los que golpearon primero en el marcador y saltaba la sorpresa en San Mamés.

El Levante, posicionado en un 4-1-4-1 que dio muchos problemas al centro del campo del Athletic, se hizo con el mando del juego y gozó de una buena ocasión en el minuto 4, un cabezazo de Melero que lamió la cruceta en jugada castigada con fuera de juego. Los protagonistas finales fueron De Frutos, que centró, y Melero, que batió a Simón. Lo hizo a la segunda porque, aunque falló el primer intento, estaba tan solo que le dio tiempo a repetir. Algo casi increíble tratándose de un remate al borde del área pequeña y con la posición muy centrada.

La reacción

Aunque acusó el gol, el Athletic trató de rehacerse y buscó el empate en varias jugadas generadas por Muniain. Tan descontento acabó Marcelino de la primera parte que hizo un triple cambio sin esperar a que se iniciase al segunda mitad. En los vestuarios se quedó el doble pivote Dani García - Vencedor, desubicado en el 0-1, y Capa. Lo que significó que De Marcos retrasase su ubicación al lateral. Entraron Vesga, Unai López y Berenguer.

Y bien con notó el Athletic esa decisión de Marcelino, ya que salió desatado y en apenas siete minuto generó hasta tres ocasiones de gol en las que Cárdenas dejó claro porqué su técnico confío en él para este partido. Con el cuarto remate seguido de los leones no pudo. Un testarazo cruzado de Íñigo Martínez, a centro de Muniain en un saque de esquina. Es la séptima asistencia del capitán rojiblanco en los diez partidos que lleva Marcelino en el banquillo bilbaíno. El cabezazo de Íñigo, todo un homenaje a Aritz Aduriz, que hoy cumplía 40 años.

Un remate de Yeray ya en el descuento fue la última oportunidad de variar un marcador que deja casi todo para la vuelta en el Ciutat de Valencia. Al que el Levante, no obstante, saldrá con ligera ventaja.

Athletic - Levante

Athletic: Unai Simón; Capa (Berenguer, min. 46), Yeray, Íñigo Martínez, Yuri; De Marcos, Dani García (Vesga, min. 46), Vencedor (Vesga, min. 46), Muniain; Raúl García y Williams (Villalibre, min. 79).

Levante: Cárdenas; Coke (Son, min. 54), Postigo, Duarte, Clerc; Radoja; De Frutos (Rochin, min. 68), Melero (Malsa, min. 54), Bardhi (Vezo, min. 81), Morales; y Roger Martí (Dani Gomez, min. 68).

Goles: 0-1, min. 26, Melero; 1-1, min. 58, Íñigo Martínez.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (Comité Extremeño). Expulsó a un miembro del banquillo del Levante, en el minuto 82). Además, mostró tarjeta amarilla a los locales Íñigo Martínez (min. 18), Raúl García (min. 31) y al visitante Coke (min. 35).

Árbitro VAR: José Luis González González (Comité Castellano y Leonés).

Incidencias: Partido de ida de semifinales de la Copa del Rey, disputado en San Mamés a puerta cerrada.