Hay una lucha incesante de algunos médicos contra algunas tendencias peligrosas dentro del mundo del deporte. Los golpes del boxeo, los Aquiles de los jugadores de baloncesto, la espalda de los golfistas... pero, ninguno es tan grave como el de los golpes en la cabeza. Esta tendencia comenzó con el fútbol americano, pero poco tardó en pasar al fútbol, donde el golpeo de cabeza o algunos choques entre futbolistas son comunes.

Hace un mes una imagen dejó al mundo helado ante lo sucedido. David Luiz y Raúl Jiménez pugnaban por un balón aéreo durante un Arsenal - Wolverhampton. Ambos se golpeaban mutuamente, cabeza con cabeza, y caían sobre el césped desplomados. El caso del mexicano parecía más preocupante, ya que no reaccionaba a priori. El resultado fue una fractura de cráneo para el de los visitantes en esa tarde. Pero, el brasileño, seguiría jugando después de recibir atención médica.

David Luiz tenía una herida en su cabeza, pero los médicos limpiaron su sangre y le enroscaron una venda en su frondoso cabello para que pudiera seguir sobre el campo. "Seguimos el protocolo para verificar que no había perdido el conocimiento, cosa que no sucedió. Luego le hicieron otros test al descanso. Pero estaba incómodo y realmente no podía cabecear así que no pudo continuar", explicaba su entrenador, Mikel Arteta. La pregunta que se hizo todo el mundo es si había recibido la atención necesaria.

David Luiz, con el aparatoso vendaje en la cabeza durante el Arsenal - Wolverhampton EFE

Ahí ha entrado la International Board (IFAB). Este organismo propuso un cambio en su última reunión del 2020 que puede hacer variar por completo todo lo que se había visto con respecto a estos golpes. El ente que se ocupa de las reglas del fútbol quiere que haya la posibilidad de hacer un cambio gratis para sustituir al jugador que haya sufrido la conmoción. Una medida que las diferentes federaciones tendrán que acordar si la aplicarán o no.

Los golpes

El hecho de recibir un impacto grande que produzca una conmoción no solo se queda ahí, sino que en los siguientes minutos se incrementa el riesgo de sufrir daños más importantes en la misma zona. Ya no es solo que se haga bien o mal el examen, es que el problema no se queda en el instante en el que se produce el golpe. Esta zona del cuerpo es de las más delicadas y es por lo que es necesario que se tomen todas las precauciones posibles.

Es por lo que desde IFAB se recomienda que se le dé a los especialistas al menos 10 minutos para comprobar que todo esté bien. "Los exámenes internacionalmente admitidos de verificación de síntomas de lesiones cerebrales exigen varios pruebas. Para un médico experto esto requiere un mínimo de diez minutos", explica Vincent Gouttegarge, medico del sindicato mundial de jugadores FIFPRO. Durante el episodio de Jiménez y Luiz, la atención que recibió el brasileño pareció estar más enfocada en apretar el apaño de su cabeza que en comprobar que todo estaba bien dentro de ella.

Gary Cahill y Ryan Mason, en el momento en el que el segundo recibe el golpe que haría que dejase de forma definitiva el fútbol profesional EFE

El problema tampoco se queda reducido a la carrera del jugador, sino que va más allá. El neurólogo William Stewart lideró un estudio a partir del cual en Escocia se ha decidido que los menores de 12 años tengan prohibido rematar de cabeza el balón porque pueden producir lesiones cerebrales a largo plazo. Esta norma entró en práctica en enero de 2020 y es que el estudio de la Universidad de Glasgow determina que los futbolistas tienen el triple de posibilidades de contraer enfermedades neurodegenerativas.

Situaciones como las de Ryan Mason, exfutbolista inglés que decidió dejar el fútbol profesional tras sufrir una fractura de cráneo como la de Raúl Jiménez en 2017, son las que mantienen este debate caliente. Alegó en su momento seguir los consejos de su médico y, desde entonces, ha sido una de las voces más críticas con los reglamentos que existen. "No me sorprendería que en 10 o 15 años no hubiera cabezazos en el fútbol", explicaba recientemente tras valorar el caso del mexicano en la BBC.

La norma

Por voces como la de Mason y situaciones como la de Bobby Charlton, que anunció en noviembre que sufre demencia y algunos asocian esta enfermedad con una vida deportiva marcada por los golpes de cabeza, es por lo que desde el órgano rector de las normas de este deporte se ha impulsado la sustitución gratuita para los jugadores conmocionados. Pero desde los organismos de futbolistas y los médicos, se pide que se adapte el ejemplo que siguen el fútbol americano y el rugby.

Bobby Charlton, en una imagen reciente EFE

Es por lo que algunos no estaban conformes con este cambio impulsado por la IFAB y apostaban por sustituciones temporales para que, en 10 minutos, se hiciera un examen completo al futbolista. Además, en estos deportes hay un médico independiente de la organización que es el que decide si el jugador está en condiciones de seguir o no. Esto segundo tiene más sentido que lo primero, ya que el fútbol, por su naturaleza, no entendería de 'sustituciones de balonmano'.

Lo que está claro es que es un intento porque los profesionales se vean afectados en el futuro por enfermedades asociadas a estas situaciones. Si finalmente esta norma se termina adaptando en las diferentes federaciones, será un nuevo avance para mejorar la protección de los futbolistas con respecto a estas situaciones de juego.

En esa jornada en la que Raúl Jiménez sufrió la fractura de cráneo, el periódico The Times contabilizó otras 800 acciones de juego aéreo. Es una realidad con la que convive el deportista, pero todo avance que sirva para asegurar que no hay riesgo en la práctica deportiva es poco con tal de que la salud de estos genios del balón no esté en juego.

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