Greg Clarke ha tenido que presentar su dimisión como presidente de la Federación Inglesa de Fútbol, la Football Association (FA), por un comentario que ha sido tildado de racismo. Este martes salió ante la prensa para pedir disculpas por usar la palabra "de color" a la hora de referirse a los jugadores de raza africana y asiática. Una cuestión que ha levantado ampollas en el país donde los profesionales defienden que fue inoportuno, y otra parte de la población cree que es parte de una campaña de "censura".

Kick It Out, la asociación británica que se encarga de controlar cuestiones raciales en el mundo del fútbol, denunció públicamente a Clarke después de que dijera ante el comité de cuestiones digitales, culturales, mediáticas y deportivas del Parlamento que los negros y los asiáticos tienen "diferentes intereses en sus carreras". Este mismo personaje ha protagonizado otras declaraciones poco afortunadas, como cuando explicó que no había más mujeres que fueran porteras porque "a las chicas no les gusta que les golpeen con balones".

Pero el meollo de las palabras de Clarke fue cuando le preguntaron si la dificultad que se encontraban los jugadores homosexuales para salir del armario estaba también en los insultos racistas que reciben los jugadores negros en las redes sociales. "Si veo lo que le pasa a las jugadoras y a los futbolistas de color y los insultos que reciben en redes sociales... parece que en las redes hay vía libre", soltó durante esa conferencia levantando a las voces más críticas al instante.

Clarke emitió un nuevo comunicado en el que pedía disculpas por utilizar el término "de color" en ese contexto. "Me siento profundamente arrepentido. A veces me equivoco con mis palabras", expresaba el ya expresidente de la FA. Después de cuatro años al frente de la máxima entidad del fútbol inglés, Clarke se ha visto inmerso en esta polémica que ha provocado la reacción de los jugadores en el mundo entero al comparar el acoso que puedan sufrir los jugadores homosexuales con el de los negros.

La indignación

Desde que se produjo la noticia, han sido muchas las reacciones que los principales medios buscaron y que también los ofendidos mostraron en las redes sociales. Inglaterra entera se dio cuenta de lo que acababa de suceder con la cara más visible del fútbol nacional. Todo ello mientras la selección inglesa estaba concentrada de cara al parón que afrontan esta semana y la que viene. Allí hay jugadores negros convocados y fueron los primeros en salir al paso.

Tyrone Mings, central del Aston Villa, salió a la rueda de prensa con la bomba recién explotada y tuvo que explicar qué significaba lo que acababa de pasar con Clarke. "Creo que él sabe que ha hecho mal, creo que sabe que no cumplió con lo que debería saber y creo que eso es lo que realmente estamos pidiendo, que entienda el mundo en el que vivimos y entienda lo que puede y no puede decir. Si te equivocas, tienes que ser lo suficientemente valiente para disculparte por ello. No me corresponde a mí condenarlo, pero está claro que aún nos queda un largo camino por recorrer. Esto probablemente lo demuestre", argumentó el defensa del combinado de las 'tres rosas'.

El jugador inglés incluso aprovechó para explicar lo positivo que sería que el nuevo presidente de la FA fuera negro. "No pedimos necesariamente que el nuevo presidente sea negro. Lo que pedimos son las mismas oportunidades para los negros y para los blancos o minorías étnicas. Por supuesto que un presidente negro sería una paso adelante", argumentó un Mings que ha estado trabajando junto a la FA para elaborar protocolos de actuación para un fútbol más diverso.

Sin salir de España, Chioma Ubogagu, jugadora del Real Madrid Femenino, explicó en su cuenta de Twitter por qué era una ofensa ese comentario: "Si Clarke estaba intentando abordar el trato a los futbolistas negros, entonces debería decir simplemente a los futbolistas negros. Usar otro término es evadir el problema específicamente, mientras que los futbolistas negros abordan el problema directamente y centralizan adecuadamente las preocupaciones".

La clave está en la forma en la que utilizó la palabra 'coloured'. "Si Clarke quería abordar la inclusión y la diversidad en el deporte, entonces se prefiere el término persona de color. Las personas negras usaban este término en los Estados Unidos durante la etapa más dura de la segregación racial, el contexto histórico es terrible", argumentó la jugadora del conjunto merengue.

Polémica dimisión

Estas declaraciones las hizo Clarke después de ser convocado ante ese comité por una polémica sobre su papel en la discusión del 'Project Big Picture' que finalmente fue tumbado. Ese proyecto que pretendía dar el poder a los grandes clubes ingleses no tenía un papel muy relevante para la Federación. Es por lo que, según publicó The Guardian, el presidente de la FA podría haber entrado en esas conversaciones a las espaldas de otras organizaciones para conocer en mejor grado las propuestas.

Esta vinculación con un proyecto que podría suponer mucho dinero ha supuesto que se creasen diferentes vertientes de opinión sobre las capacidades de Clarke. El trabajo del ya expresidente se había puesto en valor por las organizaciones que promueven la igualdad y el respeto en el mundo del fútbol y en la sociedad en general después de lanzar el 'Código de la Diversidad en el Fútbol'. Esta iniciativa puso en valor su compromiso con la integridad del deporte.

Pero no es la primera polémica en la que se ve inmerso esta persona. En 2017, cuando Clarke fue convocado para discutir la discriminación racial en el fútbol ante el mismo organismo que esta semana, describió las acusaciones de racismo institucional en la FA como "cuestiones sin importancia". David Bernstein, expresidente de la Federación, explicó en una cadena británica que el error era propio de "una organización que simplemente ha tardado demasiado en reformarse".

Clarke estaba liderando una importante reforma en lo económico también. El organismo federativo inició un plan para recortar más de 300 millones de euros de gasto por culpa de la pandemia. Es por lo que se opina desde el Reino Unido que todo esto ha llegado en un momento muy inapropiado, ya que con el Project Big Picture y esta situación de la economía del fútbol inglés, lo que se necesita es calma. Algunos creen que esta dimisión ha sido provocada ante las dificultades de la ocasión.

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