La actualidad del FC Barcelona ha estado marcada en las últimas semanas por la decisión de Leo Messi. El argentino quería salir y la directiva, con Bartomeu a la cabeza, impuso su tesis: el capitán no podía marcharse gratis. Para evitar el conflicto judicial, el delantero asumió quedarse una temporada más. Sin embargo, pese a esta crisis deportiva e institucional que ya forma parte de la historia del club, Josep María Bartomeu no ha querido dejar de lado la postura política de la entidad.

Y es que el posicionamiento del Barcelona en aspectos políticos y sociales, todos ellos envueltos en polémica y crispación, se ha acrecentado en los últimos años. A medida que la amenaza independentista crecía en el Parlament, y que los grupos de referencia en el secesionismo acometían determinados actos como el de referéndum ilegal del 1 de octubre, la entidad blaugrana daba un paso al frente para colocarse del lado independentista. No querían ser un club más, sino tomar partido en el asunto.

Una estrategia que también ha dividido a la afición. Frente a los que apuestan por poner toda la atención en el fútbol, limitando lo que sucede en el terreno de juego a un partido más, se encuentran los que sitúan al FC Barcelona como una entidad con gran relevancia en Cataluña y en el mundo que, por ende, debe situarse con alguno de los bandos. En el caso del Barça, con Bartomeu a la cabeza, ha quedado claro su lugar.

El último respaldo al independentismo se ha producido con Quim Torra, inhabilitado recientemente como presidente de la Generalitat tras incumplir el dictamen de la Junta Electoral. Una sentencia judicial que ha obtenido respuesta del Barcelona, como ya sucedió en meses anteriores como cuando se hizo pública la sentencia por el 1 de octubre o, igualmente, cuando se desarrolló esta votación ilegal en la Comunidad Autónoma.

El presidente del FC Barcelona, Josep María Bartomeu, durante la ofrenda floral en el monumento a Rafael Casanova. EFE

Más allá de inmiscuir a una entidad deportiva en un tema político, dejando de lado a parte de su afición, el pronunciamiento del Barcelona también destaca por llegar en un momento de tensión dentro del equipo. La moción de censura contra Bartomeu sigue sus pasos y recientemente se ha instaurado la mesa del voto de censura, que tendrá que validar las firmas. Paradójicamente, Bartomeu se enfrentará, si los números cuadran como parece a simple vista, a un referéndum contra su presidencia.

Esta es una de las claves. El independentismo cobra cada vez más fuerza dentro del Barcelona y un simple repaso a los candidatos a presidir el club es suficiente para comprobarlo. Bartomeu no es el único que promete un posicionamiento a favor de los líderes independentistas, sino que también lo hacen otros 'peces gordos' de la carrera presidencial. 

Conocidos como Joan Laporta tienen clara su postura. El expresidente, que optará de nuevo a la elección, llegó a estar en el Parlament. Pero misma línea mantienen otros candidatos: Farré, que presentó la moción de censura; Victor Font... De ahí que el movimiento independentista de Bartomeu con este último comunicado sea más relevante y busque frenar la pérdida de apoyos.

El apoyo a Torra

"La actuación del presidente de la Generalitat se halla sometida incondicionalmente a la ley. En un Estado de Derecho, ni siquiera la mayoría puede promover una actuación institucional contraria a la ley". Es tan solo una parte de la sentencia del Tribunal Supremo contra Quim Torra. Se confirmaba su inhabilitación en lo que suponía un terremoto en el mundo de la política pese a ser esperado.

Horas después, el FC Barcelona emitía un comunicado oficial cargando contra la sentencia. Definieron esta como "desproporcionada", pues vulneraba "gravemente la voluntad democrática de la ciudadanía expresada libremente en las urnas".

Disturbios en Barcelona en el último día de Quim Torra como president

Además, subrayaban su "defensa del derecho a la libertad de expresión y del derecho a decidir" pues forman "parte de los principios y del compromiso cívico" del club. "El FC Barcelona ha defendido siempre que el conflicto político que, desde hace años, vive Catalunya, debe resolverse desde el diálogo político y nunca desde su judicialización", sentenciaba el comunicado.

El Barça, que días antes había rechazado cualquier diálogo con Messi, rechazando la validez de la cláusula que permitía salir al jugador y obligándole en cualquier caso a acudir a los tribunales para derimir el asunto, mostraba entonces su oposición a la decisión del Supremo.

Del 1-O a la Sentencia

Este último comunicado no es algo nuevo en el Barcelona. El club, con Bartomeu como presidente, ya se pronunció con la misma postura en hechos históricos de la política catalana como la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre o la sentencia sobre este emitida en 2019.

El 1-O, cuando el independentismo desarrolló una votación ilegal sobre la independencia de Cataluña, el Barça respaldó a todos los que acudieron a las urnas y atacó al Gobierno por su intento de frenar la votación. "El FC Barcelona condena las acciones llevadas a cabo hoy en muchas localidades de toda Catalunya para impedir el ejercicio del derecho democrático y la libre expresión de sus ciudadanos", publicó el club.

Más duros aún fueron cuando se hizo pública la sentencia contra los líderes del referéndum. El Barça, como "unia de las entidades de referencia de Cataluña", salió en "defensa de la libertad de expresión y del derecho a decidir", defendió a los "líderes cívicos y políticos catalanes".

"La resolución del conflicto que vive Cataluña pasa, exclusivamente, por el diálogo político.En consecuencia, ahora más que nunca, el club pide a todos los responsables políticos que lideren un proceso de diálogo y negociación", afirmó el club blaugrana en un comunicado oficial donde manifestaba "también todo su apoyo y solidaridad a las familias de los que son privados de su libertad".

Saludo entre Messi y Ronald Koeman Reuters

Una crisis deportiva

El comunicado del Barcelona situando al club en un asunto político llega en días complicados para la entidad. Y es que, bien como estrategia para despistar al aficionado, o como forma de reforzar su posición frente al resto de líderes a la presidencia, el momento deportivo e institucional que atraviesa el Barça es el que más tensión genera entre la hinchada.

El conflicto de Messi sigue sin calmarse y la plantilla, que iba a sufrir una revolución, apenas ha sufrido retoques. Los fichajes no llegan y Koeman, aunque debutó con una buena imagen ante el Villarreal, no podrá organizar el equipo que preveía con caras nuevas y sin las 'vacas sagradas'.

Sin embargo, lo que más intriga suscita en la entidad es el 'caso Messi'. El diálogo que reclamaba el club en el asunto independentista es completamente opuesto al que existe con el delantero argentino, cuya relación con la cúpula es nula tal y como ha reflejado en sus mensajes. El capitán seguirá un año más en el equipo, pero por el momento ya ha cargado públicamente y sin reparos contra la directiva del club. La presidencia, que no emitió ningún comunicado sobre el argentino, sí lo ha hecho para defender a Torra.

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