Clement Lenglet marcó el primer gol del Barça en el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League ante el Nápoles, pero lo hizo con polémica. El central culé empujó a Diego Demme, centrocampista del conjunto italiano, provocando un efecto dominó al golpear a Kalidou Koulibaly. De esta forma, el francés se quedó solo y remató a placer ante Ospina para adelantar a los azulgrana.

El VAR revisó la acción durante poco tiempo. Los asistentes de Cuneit Çakir lo tuvieron muy claro porque el turco no fue al monitor para verlo. La acción era bastante evidente, pero el tanto subió al marcador y los azulgranas veían como se ponía de cara la eliminatoria con este gol. Más aún con lo que sucedió poco más adelante en el choque.

Leo Messi hacía el segundo unos instantes después con una jugada afortunada en la que se llevó el balón a trompicones cuando se había internado en el área. Aún así, logró mantener la posesión y, mientras se caía, se sacó un disparo algo centrado, pero la mano de Ospina no terminó de despejar y solo pudo palmear hacia su segundo palo. La pelota entró.

Después tuvo el tercero Messi, pero el VAR anuló la acción después de que tocase con la mano el balón en el control orientado que hizo para poder fusilar al guardameta del Nápoles. El videoarbitraje sí dio el penalti en una acción en la que Messi presionó a Koulibaly y este le golpeó al despejar. También pitaron un penalti de Rakitic a Mertens en el área del Barça que permitía a los italianos acercarse en el marcador.

Todos vieron penalti

Andujar Oliver, árbitro de Radio MARCA, vio clara la acción y se lamentó porque el VAR no acertase con su revisión. "Lenglet se quita de encima a Demme, hay falta en el primer gol del Barcelona", explicaba el excolegiado con respecto al gol que adelantaba al Barça en el marcador y que propiciaba que llegase al descanso con un resultado muy favorable para pasar a cuartos.

En Italia la indignación con el tanto era aún más grande. Todos los medios apuntaban a la premeditación del árbitro al no pasar más tiempo revisando la acción o, al menos, acudir al monitor como sí hizo al pitar el penalti a Leo Messi. La verdad es que no estaba teniendo la mejor de sus actuaciones Çakir ya que la mano del argentino tampoco era demasiado clara.

Todo diluyó a un conjunto napolitano que había comenzado con fuerza. Dries Mertens enviaba un balón al palo en el segundo minuto del choque. El belga salió en punta junto a Lorenzo Insigne, a pesar de que ambos arrastraban molestias. Sobre todo el italiano, del que no se esperaba que jugase como titular. Los de Gattuso habían salido bastante bien, pero una acción cambió el partido.

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