Todos los clubes de La Liga dan por sentado que fichar este verano (o cuando se abra el próximo mercado de fichajes) será más difícil que nunca. La crisis del coronavirus ha pinchado la 'burbuja' en la que se encontraba este deporte en sus focos más mediáticos. No se atisban fichajes multimillonarios a corto plazo y los equipos deberán buscarse las habichuelas para reforzar sus plantillas.

Fórmulas como las cesiones con opción de compra o trueques ganarán más valor, aunque seguirán habiendo fichajes como todos los conocemos. Lo tendrán más complicado todavía esos equipos que se han acogido a un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) tras estallar la crisis. En total son ocho los equipos incluidos en este grupo: Barcelona, Atlético de Madrid, Sevilla, Valencia, Granada, Alavés, Osasuna y Espanyol.

De los ocho clubes solo son unos pocos a los que el ERTE también afecta a los futbolistas y el cuerpo técnico del primer equipo (Espanyol y Alavés, por ejemplo), mientras el Barça, el Atleti o el Valencia se acogieron solo a un ERTE para empleados del club y acordaron con sus jugadores una rebaja salarial. De ambas maneras, los ocho clubes se verán más afectados de cara al mercado de fichajes que los otros equipos que no se acogieron a la ayuda. El Gobierno no les perderá ojo.

¿Qué es la fiscalización de los fichajes?

¿Qué quiere decir esto? El Ministerio de Trabajo y Hacienda vigilará de cerca los movimientos de los clubes que se han acogido a un ERTE. No prohibirá los fichajes a estos equipos, pero sí los fiscalizará (es decir, estarán sujetos a una inspección fiscal). Y es que es difícil justificar para los clubes que han utilizado una herramienta puesta por el Gobierno a su disposición para su supervivencia hagan inversiones millonarias.

Lautaro Martínez, con el Inter de Milán Reuters

Las fiscalización del Gobierno, a fin de cuentas, no será un obstáculo para esos clubes a la hora de acudir al mercado o eso entienden aquellos que se acogieron al expediente de regulación para sus empleados y no los integrantes del primer equipo. Es el caso del Barça, club con el que se relacionan jugadores que costarían muchos millones como Neymar o Lautaro Martínez.

Ángel Torres y la eticidad

Hay otro factor que puede echar para atrás las intenciones de estos clubes en el mercado. Llámese social o moral. Un factor que entra en la eticidad en el hecho de gastar millones en futbolistas habiéndose acogido a un ERTE. Ángel Torres, presidente del Getafe CF, club que pudo 'esquivar' apoyarse en ayudas, resaltaba esta semana la incongruencia que sería fichar si se somete a un ERTE. "Espero que en España, el que se ha ido al ERTE no pueda fichar". Y añadía: "Sólo faltaría que alguien que se ha ido a un ERTE le quite un jugador al Getafe pagando 20 kilos. Es que no tiene sentido".

El máximo mandatario del Getafe ya expuso sus dudas en abril cuando ya se confirmaron los primeros ERTEs: "No nos podemos precipitar. No espero un mercado muy movido. Dígame cómo justificarán clubes que están recurriendo al ERTE hacer grandes desembolsos en verano. Lo tienen difícil", decía Ángel Torres respecto a un mercado al que se tendrán que ajustar todos, no solo los del ERTE.

El impacto económico del parón provocado por el coronavirus ha sido brutal y se extenderá hasta 2021. Por ello, LaLiga prevé pocos fichajes. De esto sale reforzado sobre todo un club, el Real Madrid. La entidad blanca está sufriendo los efectos de la crisis, pero su solución para reducir los daños fue acordar con los jugadores una rebaja de los salarios sin tener que tocar así la nómina de sus trabajadores. Por su potencial económico estará más preparado para acudir al mercado y tampoco tendrá la 'sombra' del Gobierno sobre sus fichajes y demás gastos.