Son muchos los casos de futbolistas, en activo o ya apartados del mundo del balompié, que se han visto envueltos en conflictos armados. Asesinatos a manos de sicarios, narcotraficantes e, incluso, policías. Ajustes de cuentas, redadas y tramas criminales en las que algunos se ven involucrados y terminan perdiendo la vida. 

Es el caso de Diego Bello, surfista de 32 años asesinado recientemente en Filipinas por la policía del país durante una operación antidroga. Aunque en este caso no se trata del caso de un futbolista profesional que dedicó su vida a ello, sí tenía un pasado como jugador, ya que militó en las categorías inferiores del Deportivo de La Coruña de 2001 a 2003 (etapas de cadete y juvenil). 

El futbolista perdió la vida este jueves 9 de enero en Siargao, una pequeña isla situada a unos 800 kilómetros al sureste de Manila donde residía desde hacía varios años. 

La policía filipina afirma que Diego Bello llevaba encima 10 gramos de cocaína y 30.000 pesos filipinos en billetes marcados (600 dólares). De hecho, el portavoz del cuerpo en la región de Surigao del Norte, Reynel Serrano, señaló que "fue una operación en legítima defensa" y que el español portaba una pistola con la que disparó primero a los agentes.

Diego, en el medio junto a unos amigos, en una discoteca de Filipinas.

El caso ha sido muy controvertido, ya que desde que en 2016 el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, iniciara su particular cruzada contra las drogas, se han contabilizado miles de muertos; muchos con acusaciones de manipulación de pruebas, según organizaciones internacionales. 

La familia del propio Bello, originaria de Uxes (Arteixo), no conocía la relación del surfista con el narcrotráfico y ponen en duda la versión ofrecida por la policía filipina, tal y como informó La Voz de Galicia

Darko Kovacevic 

Este solo es un caso más de futbolistas tiroteados. Recientemente, el exjugador serbio Darko Kovacevic, que militó en equipos como la Real Sociedad y el Olympiacos del Pireo, fue tiroteado. Se baraja la hipótesis de que se tratase de un aviso realizado por profesionales y no un intento de asesinato.

El delantero, de 46 años, sufrió una herida leve en la rodilla tras lanzarse al suelo para evitar ser alcanzado, cuando un desconocido, que esperaba a que Kovacevic saliese de casa, bajó de un vehículo Smart y le disparó, tras lo que huyó inmediatamente sobre las 21:00 hora local del martes en Glyfada, un suburbio de la capital ateniense.

"Vi un hombre saliendo de un coche con un arma en la mano que venía hacia mí. Instintivamente me tiré hacia la derecha y me disparó. Entonces corrió, entró al vehículo y desapareció", relató Kovacevic a los medios locales.

Kovacevic, en un partido de la Real Sociedad Twitter (@RealSociedad)

El exjugador fue llevado a un hospital para ser atendido de forma preventiva, ya que tiene problemas cardíacos, pero se encuentra fuera de peligro.

58 veces internacional con Serbia y Montenegro entre 1994 y 2004, terminó su carrera como jugador en 2009 en el Olympiakos del Pireo. Antes había pasado por equipos como la Real Sociedad (en dos etapas, 1996-1999 y 2001-2007) o la Juventus de Turín.

Andrés Escobar 

Otro ejemplo sonado es el de Andrés Escobar, jugador colombiano del Atlético Nacional que perdió la vida el 2 de julio de 1994 a manos del narco Humberto Muñoz

El motivo: un gol encajado en propia puerta por el defensa cafetero durante un partido de la fase de grupos del Mundial 1994 ante la selección anfitriona (Estados Unidos). El tanto fue decisivo en la eliminación de Colombia y persiguió al jugador hasta sus últimos días. 

Su asesinato se produjo en el restaurante El Indio de Medellín (Colombia). Los narcotraficantes David y Santiago Gallón Henao discutieron con el futbolista y el chófer de ambos, Humberto Muñoz, disparo al jugador en la cabeza en seis ocasiones en el aparcamiento del local. 

Gol en propia puerta de Andrés Escobar en el Mundial 1994

Salvador Cabañas 

En otros casos, los jugadores han salido con vida de situaciones límite en las que hubo disparos contra ellos. Así le ocurrió el 25 de enero de 2010 a Salvador Cabañas, estrella del América de México por aquel entonces, que sufrió un intento de asesinato. 

Hace ya un década Cabañas tenía 29 años, era el emblema de Paraguay y había llegado a un acuerdo para fichar por el Manchester United. Sin embargo, casi pierde la vida cuando el narcotraficante José Jorge Balderas Garza, alias 'El JJ', le incrustó una bala del calibre 25 en su cabeza cuando estaban en el baño de una discoteca.

Cabañas tuvo suerte y se salvó, principalmente debido a que la bala no cogió velocidad suficiente para provocar un orificio de salida en su cráneo. Estuvo en comas varias horas, pero se mantuvo con vida. 

Juan Quintero 

Una suerte similar corrió Juan Quintero, defensa del Deportivo de Cali, que en 2018 fue tiroteado por unos individuos desde una motocicleta. El jugador estaba con su hermano en un coche cuando fueron alcanzados, pero finalmente logró sobrevivir.

Quintero explicó que pudo zafarse de los asaltantes cuando les divisó y que las balas solo impactaron contra la puerta del vehículo, consiguiendo salir ileso del incidente. 

Juan Sebastián Quintero

Aldair Gómez

También hay casos de asesinatos de futbolistas por sicarios en Sudamérica. Uno de los más recientes fue el que acabó con la vida de Aldair Gómez Mendoza en mayo de 2019, quien recibió cuatro disparos en la cabeza, el cuello, la pierna y el pecho por parte de una mujer desde una moto. 

Se trataba de un jugador que militaba en el equipo sub21 del Zulia Fútbol Club. El padre de Mendoza declaró que su hijo gritó que estaban equivocados cuando vio el arma apuntándole. 

Mark Batchelor y Senzo Meyiwa

Muy mediático fue el caso de Mark Batchelor, futbolista amenazado por el polémico Oscar Pistorious que perdió la vida cuando dos hombres le dispararon desde una moto delante de la puerta de su casa en Olivedale (Johannesburgo) el pasado verano. 

Se trata de un jugador importante en Sudáfrica, que militó en Kaizer Chiefs y Orlando Pirates, dos de los clubes más relevantes del país. Estaba amenazado por Pistorious, ya que el atleta descubrió que su novia, Samantha Taylor, le engañaba con el magnate Quinton van der Burg, del que Batchelor era íntimo amigo. 

Mark Batchelor

Sudafricano también era Senzo Meyiwa, que militó en Orlando Pirates durante toda su carrera y perdió la vida en circunstancias similares a las de su compatriota. El futbolista fue asaltado por tres individuos en la casa de su novia, la actriz Kelly Khumalo, y le intentaron robar el teléfono móvil. Recibió un disparo en la cabeza y murió en el hospital con solo 27 años.  

Fernando Revatta

La muerte de Diego Bello a manos de policías no ha sido la única en la que se ha visto involucrado un futbolista. El suboficial Juan Antonio Ramos Rivas asesinó en 2013 a Fernando Revatta, jugador peruano de 18 años del Inti Gas de Ayacucho.

El incidente se produjo en plena calle, cuando Revatta estaba con un amigo. Una discusión terminó con dos disparos, en la cabeza y en la espalda, sobre el futbolista. En aquel instante el suboficial no se encontraba de servicio, y se ha demostrado posteriormente que apuntó con su arma, de forma directa, al jugador. 

'El Palomo' Usuriaga

El 11 de febrero de 2004 se produjo otro asesinato, esta vez en Cali (Colombia), que acabó con la vida de un jugador. Albeiro 'El Palomo' Usuriaga fue el damnificado que murió a manos de Jefferson Valdez Marín, líder de una banda de sicarios denominada como 'Molina'.

El que fuera futbolista se encontraba bebiendo cerveza y jugando a las cartas cuando el sicario se bajó de una moto y le propinó 13 disparos. El motivo: los celos que sentía por una antigua exnovia. 

Asesinato de Albeiro "El Palomo" Usuriaga

Se trataba de un jugador importante en Colombia; referente en equipos como Independiente de Avellaneda, América de Cali, General Paz Juniors y Atlético Nacional. De hecho, clasificó a la selección cafetera al Mundial de 1990 con un gol clave ante Israel.

Javier de la Rosa 

En circunstancias similares a las de Andrés Escobar se produjo el asesinato de Javier de la Rosa, futbolista del Chorrillo FC, en 2011. El jugador panameño fue tiroteado frente a su familia tras el partido en el que su equipo derrotó al Tauro FC (4-0) durante la semifinal liguera de la primera división del país. 

Su asesino se evadió entre la multitud tras propinarle una ráfaga de disparos. De la Rosa había estado encarcelado por su implicación en un caso de homicidio y perdió la vida con solo 21 años. 

Elson Barrera y Martín Zapata 

Futbolistas como Elson Barrera y Martín Zapata son dos de los más emblemáticos que han sido tiroteados y asesinados. Se trata de dos jugadores que disputaron títulos importantes de primer nivel.

En el caso de Zapata, subcampeón de la Copa Libertadores con el Deportivo Cali en el año 1999, fue asesinado en 2006 en Cali. El futbolista recibió varios disparos por una riña doméstica. 

Becerra vivió un noche aciaga ese mismo año cuando recibió cuatro disparos mientras bailaba en una discoteca de Cartagena (Colombia). Se trata de un jugador que militó en el Al-Jazira de Emiratos Árabes Unidos y ganó la Copa América 2001 con su selección. 

[Más información: El Dépor homenajea a un excanterano asesinado por la Policía en una operación antidrogas en Filipinas]

Noticias relacionadas