El Barcelona recibía la visita del Alavés tras empatar ante el Real Madrid en el partido aplazado de la jornada 10 por la situación que estaba atravesando Cataluña tras la sentencia del procés. El conjunto de Valverde sumó un empate gracias a la ayuda arbitral tras dos penaltis no señalados al conjunto blanco. Por su parte, el equipo vitoriano venía de caer en Copa del Rey ante el Jaén quedando así eliminado. [Narración y estadísticas: Barcelona 4-1 Alavés]

Con todo esto, Ernesto Valverde salió con su tridente, pero con Arturo Vidal y Aleñá en el medio campo, dando descanso también a Lenglet. Gariatano dejó en el banquillo a Joselu y dio entrada a Javi Muñoz

El partido solo tuvo un color: el azulgrana. El cuadro local fue muy superior a su rival y solo el gol de Pere Pons, que puso el 2-1, dio algún síntoma de que el equipo vitoriano podía remontar el partido. Pero Messi y Luis Suárez pusieron el 4-1 y el choque quedó sentenciado. 

El Barcelona salió al partido con ganas de tener la pelota y dominar el encuentro. Y eso ocurrió durante toda la primera parte. El Alavés no salía de su campo y la primera ocasión fue para el cuadro local. Pase de Messi a Arturo Vidal y el chileno se sacó una chilena que hizo que Pacheco salvase a los suyos gracias a unos grandes reflejos. 

Griezmann abre la lata

Antes del gol del jugador francés, Messi puso el primero, pero el tanto fue anulado por fuera del juego del argentino tras un pase de Busquets. Cuatro minutos después, llegó el primer gol del partido. 

Sacó la bola Arturo Vidal, abrió a la derecha para Luis Suárez, el uruguayo vio solo a Griezmann y el francés puso el primero del partido con la derecha al palo izquierdo de Pacheco.

Poco después pidió Griezmann y el Camp Nou un posible penalti sobre el francés, pero el VAR revisó la jugada y no señaló nada. Antes de la media hora de juego el Alavés tuvo la primera ocasión, pero el disparo de Wakaso se fue fuera. 

Arturo Vidal da la razón a Valverde

A pesar de los rumores de que el el jugador chileno puede abandonar el Barcelona, siempre que juega, cumple. Y ante el Alavés lo hizo. Y con gol. Cuando el choque estaba llegando al descanso, el equipo de Valverde puso el 2-0. 

Pelota para Messi, le cayó a Suárez tras un rebote, abrió a Arturo Vidal y el chileno disparó introduciendo la pelota en la portería de un Pacheco que no pudo hacer nada en los dos primeros goles del partido. 

Mismo guión en la segunda parte

El dominio azulgrana se extendió al segundo periodo, en el que el Alavés volvió a echar un paso atrás, pero sin perder la firmeza de su defensa, avanzada y comprometiendo la ofensiva azulgrana, que caía en fuera de juego en numerosas ocasiones, como en el 51, en el que el árbitro anuló un gol de Griezmann, cuando Messi le hizo un pase por alto.

Del posible 3-0, el Barcelona entró en barrena en unos minutos, en los que el Alavés despertó del letargo y creyó que sus opciones, como cuando un pase largo por la banda a Duarte, éste lanzó un centro el centro del área y Pere Pons, que llegaba solo desde el centro del campo, marcó gol (2-1).

El Barcelona volvió a mostrar su debilidad mental, tan recurrente en algunos episodios en los últimos años, que le han llevado a fracasos sonoros, y en un pase comprometido atrás de Sergi Roberto, Ter Stegen y Piqué se liaron ante la presencia de Luis Rioja, y acabó con el meta tirando desde fuera del área el balón a córner.

El Barça se empequeñeció y el Alavés se agigantó, hasta el punto de que en un nuevo córner Lucas de cabeza remató el balón, que rozó el palo con un remate que motivó la primera, aunque tímida, protesta desde el graderío de un semivacío Camp Nou.

Lionel Messi volvió a hacer de Messi en el minuto 69, cuando el Barça estaba desconcertado y el partido se había detenido por una acción que sorprendió a los dos equipos, cuando en una dura entrada entre Wakaso y Umtiti, en la que ambos vieron amarilla, el árbitro la resolvió parando el encuentro y haciendo un bote neutral.

A continuación, Messi tomó el balón, se acercó a la frontal y con cuatro rivales rodeándole, se sacó un disparo potente que entró entre los tres palos (3-1),

El Barcelona respiró y el Alavés recibió un nuevo revés cuando en un remate de cabeza de Suárez, el balón acabó en córner. No obstante, desde la sala de VAR avisaron al árbitro de que podía haber habido penalti. Tras revisar el vídeo, el colegiado Melero López observó mano de Martín, que vio amarilla, y señaló pena máxima, que transformó el uruguayo Luis Suárez en gol (4-1).