Bucarest

Victoria con apuros de la selección española en Bucarest contra Rumanía. El combinado que dirige Robert Moreno amplía su ventaja y la afianza como líder del grupo F de clasificación para la Eurocopa de 2020. Sufriendo más de lo previsto, España mandó durante la primera parte y sufrió en la segunda mitad para derrotar por 1-2 a la Rumanía de Cosmin Contra. Ramos de penalti y Alcácer certificaron la victoria que corrió peligro hasta el último minuto. [Narración y estadísticas: Rumanía 1-2 España]

No se amedrentó España bajo la irrespirable atmósfera del Arena Nationala de Bucarest. De hecho, antes del pitido inicial se vivió uno de los momentos más feos vividos por en las competiciones internacionales en los últimos tiempos. Sucedió cuando los ultras de Rumanía (porque sí, la selección rumana tiene un grupo de ultras que van vestidos de negro, como si de un club se tratase) reventaron el minuto de silencio en memoria a la hija de Luis Enrique. Lo hicieron rugiendo y prendiendo bengalas. ¿Cómo colaron los hooligans material pirotécnico en un partido de esta envergadura? Porque los laxos controles del estadio hubieran permitido colar un tanque de la época comunista si alguien lo hubiese intentado.

Pero una vez el balón echó a rodar, empezó el monólogo del combinado español de la primera mitad. Posesión, toque, más posesión y balones en profundidad buscando a Alcácer y Rodrigo a las espaldas de la inamovible línea defensiva rumana de 5 hombres. Sólo las prodigiosas paradas del meta rumano Tatarusanu evitaron lo que podía haber sido una goleada de escándalo. Alba y Ramos tuvieron las ocasiones más claras del primer tramo del partido.

Robert Moreno da órdenes a los jugadores EFE

Suscitó dudas la alineación de un extremo como Jesús Navas en el lateral derecho, aunque el de Los Palacios acabó siendo uno de los hombres más incisivos del equipo español, siempre bien escoltado por su paisano Fabián. Contra todo pronóstico, el lateral que estuvo más apático en la primera parte fue Jordi Alba, escaso en ataque y desatinado en defensa. Por su banda llegaron las pocas internadas de una Rumanía con más coraje que cabeza.

El infierno rumano se apagó en el minuto 25, cuando Deac pisó a Ceballos en el área. Aytekin no dudó y pitó penalti. Sergio Ramos anotó el 0-1 desde los 11 metros y se fue a celebrarlo a una cámara de televisión colocada justo delante de los ultras que habían reventado el minuto de silencio. Un gesto que provocó la ira de los aficionados rumanos, que no cesaron de pitar al central durante el resto del partido. También le valió una tarjeta amarilla por, egún entendió el colegiado turco, provocar a la grada.

No llegó antes el gol porque el conjunto rumano, aunque no enlazaba más de tres pases seguidos, se mostraba muy disciplinado conservando el conservador dibujo 5-3-2 que dispuso su seleccionador Cosmin Contra. Pero a partir del tanto de Ramos, el conjunto local pareció desmoronarse y el único dueño de la pelota fue el combinado español.

Una gran jugada colectiva puso el 0-2

Empezó la segunda parte y, con ella, el descontrol. Apenas había transcurrido un minuto de la segunda mitad cuando una buena triangulación por la banda izquierda concluyó con el despertar de Jordi Alba. El lateral del Barça le puso un pase de la muerte a Paco Alcácer que el delantero del Dortmund remató a placer. Un 0-2 que parecía dejar sentenciado el encuentro.

Los jugadores españoles celebran el segundo gol EFE

Nada más lejos de la realidad. Se relajaron los hombres de Robert Moreno y se vino abajo el público, que para entonces sólo gritaba para abuchear a Ramos. Ese ambiente de relajación provocó que los rumanos, que seguían llegado solamente mediante contras en las que Stanciu parecía irse solo a la guerra, batiesen la portería de Kepa. Florin Andone, que entró en esta loca segunda mitad, fue el encargado de poner el picante al partido. Estalló la afición rumana de tal forma que se colaron hasta dos espontáneos en el césped para celebrar el gol. Volvió a tronar el Arena Nationala de Bucarest.

La selección española intentó seguir tirando de libreto. Toque y posesión, mucho menos productivas que en la primera parte. El tanto de Andone espoleó a los rumanos, que seguían sin tener a pelota, pero llegaban con más claridad a la contra. España, con Fabián, Ceballos y Navas como sus principales argumentos ofensivos, lo intentaba y no podía ante una defensa rumana que no se descompuso en ningún momento.

Si congoja puso el gol de Andone, miedo puso una internada por el centro de Puscas, que fue parada en falta por Diego Llorente al borde del área. Falta y expulsión del central de la Real Sociedad. Los rumanos, ahora sí, creyeron en la remontada y el público volvió a oconvertir el estadio nacional de Bucarest en un infierno.

Recompuso el equipo Robert Moreno, retirando a un inoperante Alcácer y dando entrada a otro central como Mario Hermoso. España no dejó de intentar incrementar su ventaja y Rumanía esperó agazapada en la trinchera, intentando que volviese a sonar la flauta en otra contra.

Rumanía 1-2 España

Rumanía: Tatarusanu; Benzar, Nedelcearu, Chiriches, Grigore, Tosca; Deac (Maxim, 71'), Marin, Stanciu (Hagi, 63'); Puscas y Keseru (Andone, 56').

España: Kepa; J. Navas, D. Llorente, S. Ramos, Jordi Alba; Fabián Ruiz, Busquets, Saúl; Rodrigo (Oyarzabal, 71'), Alcácer (Hermoso, 84') y Ceballos (Sarabia, 76').

Goles: 0-1, 29' S. Ramos (p.); 0-2, 47' Alcácer; 1-2, 59' Andone.

Árbitro: Deniz Aytekin (Alemania). Amonestó a S. Ramos (29'), Marin (31'), Saúl (76'), Kepa (92'+). Expulsó por roja directa a D. Llorente (79').

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 5 de la fase clasificatoria para la Eurocopa de 2020 que se disputó en Bucarest (Rumanía).