Pocas veces el Real Madrid iba a iniciar una pretemporada con la plantilla casi planificada. Los blancos tienen decidido quien seguirá en la plantilla de Zidane la próxima temporada, faltando solo que se oficialice una 'operación salida' que ha inaugurado la marcha de Marcos Llorente al Atlético de Madrid

En lo que respecta al plan de renovación que Zidane y Florentino habían preparado meses atrás, este se ha ejecutado con rapidez en Chamartín, sobre todo en el apartado de llegadas. Hazard, Mendy, Jovic, Militao y Rodrygo han aterrizado en el Real Madrid para liderar la revolución de Zidane en el conjunto blanco. Cinco fichajes con los que inyectar savia nueva en una plantilla necesitada de hambre y nuevas caras para reconducir al club hacia la senda del éxito.

Ahora el Real Madrid se mantiene a la esperar de poder brindar a sus aficionados a más galácticos que se sumen a Eden Hazard. En este aspecto, la agenda del conjunto blanco no escatima. Y es que los blancos tienen a Pogba, Neymar y Mbappé en su punto de mira de cara a este verano. Tres fichajes de renombre con los que dar un golpe en el mercado.

De esta terna pueden llegar hasta dos incorporaciones. Sin embargo, se trata de operaciones muy complejas por su dimensión deportiva, institucional y comercial. Los tres son las grandes estrellas de sus clubes y de sus países, lo que dificulta sus salidas. Y es que Manchester United y PSG son dos transatlánticos europeos que no ceden fácilmente ante las exigencias de otros clubes. A pesar de ello, el Real Madrid cuenta con varias armas para ganar ventaja en posibles y futuras negociaciones. 

Prudencia 

En las oficinas del Santiago Bernabéu descartan la opción de entrar en el mercado arrasando con todo. El Real Madrid no quiere empañar sus cordiales relaciones institucionales con United y PSG, ya que son conscientes de que se trata de contactos estratégicos de mucho poder en el panorama europeo. 

Los blancos llevaran cualquier tipo de negociación abogando por la prudencia y la transparencia, actuando siempre de cara, poniéndose en contacto Manchester United o PSG de forma directa. Descartadas quedan las operaciones paralelas a espaldas de los clubes propietarios. 

Paciencia

Al haber hecho los deberes antes del inicio del verano, el Madrid aún tiene por delante dos meses para cerrar cualquier operación. Y es que la plantilla de Zidane ya está casi apuntalada con lo que más precisaba: un delantero centro, dos defensores polivalentes y un centrocampista -aún por cerrar-.

Esta situación permite al conjunto blanco poder llevar llevar la batuta en cualquier negociación, ya que no se trata de una situación de necesidad desmesurada por buscar una estrella que lidere el proyecto. 

Solvencia 

La situación económica del Real Madrid es de las más boyantes que se puedan recordar. Esto hace que los blancos puedan desmelarse este verano sin tener que estar tan preocupados por la inversión orientada a nuevos fichajes, teniendo así una clara ventaja respecto al resto de clubes. Además, el no haber ingresado dinero por la salida de futbolistas, salvo la de Llorente, tampoco incrementa el precio de futuras operaciones. 

Florentino Pérez ha conseguido llegar a esta situación debido a la marcada austeridad que ha marcado la planificación del Real Madrid en temporadas anteriores. Desde 2014 el conjunto blanco no había querido entrar en la rueda de precios disparatados en la que se encontraba el mercado europeo. Algo que hizo que los madridistas no protagonizaran fichajes estridentes y abogaran por perfiles con más proyección de futuro. 

[Más información: El 'overbooking' en la delantera del Madrid: trece jugadores y no se descarta otro fichaje]

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