No habrá representante español en la final de la Champions League que se celebrará en el Wanda Metropolitano. Ni el campeón (el Real Madrid), ni el anfitrión (el Atlético), ni el favorito (el Barcelona). Ninguno estará en la cita, después de que los culés fallaran contra el Liverpool pese a tenerlo de cara tras la ida en el Camp Nou.

Había mucha expectación en torno al barcelonismo de cara a jugar la gran final en Madrid. Fueron muchos los que se prometieron ir a celebrar la 'Orejona' a Cibeles -lugar de los festejos del eterno rival-, pero se adelantaron a los acontecimientos sin haber cerrado todavía el pase a la final y se acabó consumando la tragedia. El 4-0 del Liverpool les deja sin Champions y sin una apoteósica fiesta en la fuente de la diosa.

La historia se repite como en 2010. Aquel año la final se jugaba también en Madrid, pero en el Santiago Bernabéu. El Barça llegaba a semifinales aquel año tras haber ganado la edición anterior de la Champions y siendo favoritos contra el Inter. Mourinho y los suyos ganaron el primer asalto en Milán (3-1) y aguantaron en el Camp Nou (1-0). En la retina de muchos culés quedó aquella carrera de Mourinho por todo el campo, mientras los aspersores se encendían.

Klopp, eufórico tras la remontada REUTERS

Cómo Mou ganó a aquel Barça

Mourinho relató días atrás cómo logró aquella hazaña que en Anfield repitió Jürgen Klopp con su Liverpool: "Había una combinación de ideas, pero básicamente era no dejar jugar a Messi", dijo Mou sobre aquel partido. Klopp le ganó la batalla a Ernesto Valverde y prosigue así con la maldición que ha dejado por segunda vez al Barcelona sin su final de Champions en Madrid. Una noche amarga para el barcelonismo que suma cuarto fracaso europeo consecutivo y se queda sin fiesta en Cibeles.

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