Cuando el partido llegó a su fin, con victoria del Sevilla ante el Espanyol en el estreno de Caparrós al frente del equipo andaluz, Soriano miró a la grada perica tocándose la oreja. Poco después llegó Darder y le pegó un empujón. Ambos jugadores acabaron siendo expulsados. 

Tras una semana muy complicada para el equipo andaluz debido a la eliminación de la Europa League a manos del Slavia de Praga y el despido de Machín, el Sevilla visitaba el RCDE Stadium con Caparrós en el banquillo hispalense. 

El equipo andaluz, que sumaba diez partidos sin conocer la victoria lejos del Pizjuán, volvió a ganar a domicilio. Cuando el choque finalizó, Soriano, el portero del Sevilla, que fue titular debido a la lesión de Vaclík, acabo siendo expulsado por doble amarilla debido a la provocación a la afición perica. 

El portero del Sevilla se llevó la mano a la oreja y poco después llegó Darder y le pegó un empujón cayéndose así el suelo. Se produjo una tangana entre los dos equipos y el árbitro decidió expulsar a ambos jugadores.