En la mañana del domingo 3 de marzo, Carlos Molina, portero de Unionistas de Salamanca, consiguió meter un gol en los últimos instantes del partido para empatar un encuentro complicado contra el Valladolid B. El filial de los vallisoletanos se había adelantado en el marcador en el minuto 36, pero en el 95, el guardameta murciano aprovechó un rechace para hacer la igualada.

Su rival en la otra portería tuvo problemas para atajar un lanzamiento de falta escorado. El balón se quedó suelto en el borde del área y Molina estaba en el lugar indicado en el momento preciso. Con un remate de cabeza envió el esférico al fondo de la red.

Tras impactar con el balón, el portero se cayó al suelo. Nada más levantarse, parecía que no tenía claro lo que acababa de suceder y unos instantes después empezó a correr hacia la zona de la grada donde estaban sus aficionados para celebrarlo con ellos.

Con este empate, Unionistas se mantiene en la décima posición, pese a que solo han ganado uno de los últimos cinco partidos que han disputado. El Navalcarnero fue el que sufrió esa derrota.

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