Ousmane Dembélé protagonizó un acto de indisciplina el pasado domingo al aparecer en el entrenamiento del primer equipo dos horas tardes. El Barcelona ha puesto una multa de 100.000 euros que ya ha sido aceptada por el futbolista y las críticas tanto internas como externas le han hecho recapacitar.

El extremo francés ha decidido pedir perdón a sus compañeros en el vestuario en los últimos entrenamientos. Les pidió disculpa y les prometió que no volvería a suceder. Sus compañeros han agradecido y aceptado sus disculpas, como declaró públicamente Carles Aleña tras el partido de Champions contra el Tottenham: "Ha pedido perdón en el vestuario. Aceptamos las disculpas. Él sabe que lo ha hecho mal. Es un buen chico, estamos a muerte con él. Hay que darle cariño". También ha recibido el apoyo de uno de los mayores exponentes del club,  Andrés Iniesta, quien aclaraba ante la prensa que "todos los errores se pueden arreglar".

No todo ha sido apoyo en el seno de los culés, el ex-futbolista 'Lobo' Carrasco comentó una historia en la que él "acabó en el hospital por intentar llegar pronto", achacando la mala actitud del atacante francés.

Dembélé celebrando el gol con sus compañeros Reuters

Dembélé, decisivo para el Barça

El jugador está siendo el foco de atención fuera del campo pero también dentro de él. Comienza a entenderse con Messi a la perfección y marcó el primer gol en el partido del Barcelona contra el Tottenham de Champions League realizando una sorprendente jugada a los siete minutos de partido y realizando una carrera por todo el campo rival que ha dado la vuelta al mundo.

Dembélé está siendo uno de los hombres clave en el equipo de Valverde; el entrenador sabe que su estado de forma es actualmente muy buena e intentará encauzar al joven francés para que su cabeza vaya acorde con su juego.

Dembélé y Messi tras un gol REUTERS

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