Pudo haber sido uno de los mejores jugadores del mundo, pero al igual que pasa con muchos futbolistas brasileños, la desgracia cayó sobre Adriano Leite Ribeiro. El exdelantero del Inter de Milán acaparó portadas durante las temporadas 2004/2005 y 2005/2006, siendo una pieza fundamentaal en un equipo plagado de estrellas como Iván Córdoba, Javier Zanetti o Christian Vieri.

Ahora, varios años después y tras su descenso a los infiernos, Adriano ha confesado en A Bola las dificultades por las que pasó tras la muerte de su padre y lo que eso supuso: "Solamente yo sé lo que he sufrido. La muerte de mi padre dejó un enorme vacío en mi vida. Me sentía muy solo. Después de su muerte todo empeoró porque sentí que estaba totalmente aislado. Me encontraba solo en Italia, triste y deprimido, así que comencé a beber. Sólo estaba feliz cuando bebía y lo hacía todas las noches. Bebía todo lo que me ponían en las manos, ya fuera vino, whisky, vodka o cerveza. Mucha cerveza. No paraba de beber y al final tuve que dejar el Inter".

Borracho a los entrenamientos

Tal era la adicción de 'El Emperador', que aseguró llegar borracho a algunos entrenamientos con el equipo italiano: "No sabía cómo esconderlo, así que llegaba borracho a los entrenamientos de la mañana. Siempre iba, aunque estaba totalmente borracho y luego me llevaban los médicos a la enfermería". Aunque su lamentable situación siempre fue ocultada por el propio Inter: "Decía a la prensa que tenía problemas musculares".

La muerte de su padre pudo influir en su decadencia como futbolista, Adriano confesó que fueron las malas compañías las que le llevaron por el camino equivocado: "Más tarde me di cuenta de que el problema era la gente que me rodeaba, amigos que no hacían otra cosa que llevarme a fiestas con mujeres y alcohol sin pensar en nada más".

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