Arrancó la Premier League escocesa el pasado fin de semana con el empate de los Rangers, equipo entrenado por Steven Gerrard, aspirante a conquistar el título liguero. Pero la noticia estuvo en un jugador del Dundee FC. 

Paul McGowan juega con una tobillera de rastreo por sus problemas con la justicia. La porta debido a que se encuentra en libertad condicional debido a que el pasado mes de julio, el futbolista se vio involucrado en un altercado con un guardia de seguridad de un club nocturno. Además, Paul es un viejo conocido por la justicia escocesa, ya que fuera del campo ha tenido varios problemas.

Más de un problema

Desde 2010 hasta hoy en día, ha tenido cinco arrestos por diferentes motivos. El 8 de marzo del 2010 Paul fue condenado con una multa de 200 libras por asalto y desorden público. Tres años después, amplió su historial con una nueva multa, esta vez fueron 1.600 libras por comportamiento amenazante y abusivo. En diciembre de ese mismo año, tras un altercado con un policía, fue acusado de asalto policial y condenado a 130 horas de trabajos a la comunidad. Dos años más tarde, se produjo una disputa con las fuerzas del orden, lo que le supuso una condena de 16 semanas en libertad condicional.

Parece que no ha aprendido sobre estas condenas y ahora deberá de portar el dispositivo electrónico durante dos meses por todos los campos de Escocia, siempre y cuando pueda disputar los encuentros. Esto es debido a que el jugador, además de llevar la tobillera, debe estar en casa antes de las siete de la tarde con supervisión, durante un año. Podrá jugar siempre y cuando los partidos no interfieran con el horario del arresto domiciliario establecido.