El Manchester City, como campeón de la Premier League, y el Chelsea, como ganador de la FA Cup, medirán sus fuerzas este domingo 5 de agosto en la final de la Supercopa de Inglaterra. En la previa del duelo, Guardiola ha quitado parte de protagonismo a sus jugadores al lucir una camiseta amarilla en la rueda de prensa. Un nuevo guiño al independentismo del de Sampedor.

Este gesto es solo el último de una larga lista de acciones rebeldes del exentrenador del Barcelona. No solo es en apoyo hacia aquellos que promovieron la revuelta independentista, el referéndum ilegal, dando prácticamente un golpe de Estado en España, sino que también significa una nueva provocación hacia la Federación Inglesa.

La FA ya sancionó la pasada temporada a Pep Guardiola por lucir el famoso lazo amarillo. Esta multa ascendió hasta los 22.500 euros, pero, pese a ello, el técnico catalán lo ha seguido luciendo tanto antes como después de los encuentros, ya que la prohibición solo afecta al tiempo en el que esté rodando el esférico. El vestir de amarillo es un paso más del descaro del estratega del City.

El lazo de la discordia

Guardiola, desde que dejó de jugar para la selección española y, sobre todo, tras el momento de colgar las botas, no ha ocultado que es afín al movimiento independentista catalán. Luego de los tristes acontecimientos que tuvieron lugar en la comunidad autónoma española hace unos meses y que aún hoy perdura su resaca, Pep se mostró más unido a la causa que nunca.

La prohibición de lucir el lazo amarillo durante los partidos del Manchester City volvió a sacar la peor cara del entrenador, quien llegó a asegurar que "siempre" lo llevará, aunque el lazo esté "en el bolsillo del pantalón o dentro de la chaqueta". El díscolo Guardiola comienza una nueva temporada en Inglaterra más rebelde que nunca.

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