Hace más de dos años, Chris Mitchell, exinternacional escocés sub-21 y profesional en numerosos clubes (Falkirk, Ayir United, Bradford City, Queeen of the South y Clyde), se quitó la vida. Había abandonado el fútbol para trabajar en una fábrica y, de un día para otro, mientras luchaba contra la depresión y la ansiedad, decidió acabar con todo. Lo hizo tirándose a las vías del tren. Su muerte dejó al país conmocionado. Era un chico querido y conocido. Su vida finalizó con 27 años.



Más de dos años después, su novia, Louise Rooney, en declaraciones al Daily Record, ha vuelto a recordar los instantes que precedieron a la muerte de Chris: “Estaba hablando por teléfono cuando Chris murió. Lo escuché todo (en referencia a cuando lo atropelló el tren), pero, aún así, no podía creerlo. Tenía una aplicación en mi teléfono y recuerdo haber visto eso, y rápidamente, al consultar los itinerarios, vi que habían cancelado la circulación por un atropello, pero esperaba que no fuera cierto, que no hubiera pasado. Él tenía mucho por lo que vivir, pero estaba enfermo y lo mantuvo oculto. Antes de que obtuviera la ayuda que necesitaba, se quitó la vida”, ha relatado su pareja.



Louise Rooney se encontraba en Londres cuando la llamó Chris. Antes de que ella cogiera el vuelo, su novio la abrazó, le dijo que se lo pasara en grande y le dijo adiós. Subió al avión sin saber que no le volvería a ver la cara. 24 horas después, su pareja la llamó y ella se enteró de todo. Sin querer hacerlo, escuchó el tren a través de su teléfono y se lo imaginó todo sin querer creérselo: cómo el tren atropelló a su pareja, que se suicido para acabar con la depresión que llevaba arrastrando desde hacía tiempo. ¿El motivo? Una lesión cervical había truncado su carrera como futbolista.



“Chris dejó la escuela a los 16 años y creció como futbolista. Le encantaba el fútbol, sus compañeros, lo amaba todo, pero, de repente, todo cambió. Cuando lo conocí, acababa de unirse al Clyde y, obviamente estaba triste por la forma en que las cosas estaban yendo. No era así. Antes de que te des cuenta, puedes perder el favor del entrenador por cualquier razón, te encuentras fuera del equipo y bajando de ligas”, relata la que fuera su pareja, Louise Rooney.



Después, él pensó en suicidarse. Ella le dijo que iba a cancelar su viaje a Londres, pero él no quiso. Insistió en que fuera. Entonces, ya había pensado que se quitaría la vida. 24 horas después, su muerte dejó conmocionada Escocia. Un año después, ella, junto a la familia de Chris, creó una fundación para luchar contra las enfermedades mentales. Mientras tanto, seguirá contando su historia. Siempre con una intención: concienciar a la sociedad de los problemas derivados de la depresión.

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