El juez del mercado ha dictado su última sentencia. Álvaro Morata, el nueve suplente del Real Madrid, será nuevo jugador del Chelsea a cambio de una cantidad que rondaría los 80 millones de euros. El internacional español se pondrá a las órdenes de Antonio Conte y abandonará las filas de Zinedine Zidane.

El delantero estuvo muy cerca de firmar por los Red Devils hace dos semanas, sin embargo, el Manchester United se decidió por el antiguo jugador blue, Romelu Lukaku. Desde ese momento, los rumores lo han situado en Milan e incluso en Dortmund, pero, al final, ha sido el Chelsea quien ha cruzado antes la línea de meta, en busca de un sustituto que ocupe la plaza que seguramente dejará vacante Diego Costa. 

Morata no ha desempeñado el rol dentro de la primera plantilla que se suponía que iba a tener cuando regresó a su casa el pasado verano. El canterano quiere jugar más minutos, sobre todo con la vista puesta en el próximo Mundial de Rusia, una cita ineludible que ningún jugador querrá perderse. Además, el '9' parte con la confianza del entrenador Lopetegui y no querría desaprovechar esa fe que el técnico siempre le ha mostrado.

El madrileño, con 1.872 minutos en sus botas, ha sido el jugador número 17 en las rotaciones de Zidane. Incluso Danilo, el eterno suplente de Carvajal, ha disfrutado de más tiempo sobre el terreno de juego. No obstante, la carencia de minutos no ha mermado su rendimiento. Segundo goleador de la plantilla solo por detrás de Cristiano Ronaldo, el internacional español ha marcado 20 tantos, uno más que su competidor Benzema, a pesar de haber jugado 1367 minutos menos. Morata es consciente de que Zidane tiene una premisa subrayada en lo alto de su hoja de ruta: la BBC es innegociable. Y contra eso poco puede hacer.

La venta más cara del Real Madrid

La última perla de la 'Fábrica' ha roto la banca. En una coyuntura económica en la que los grandes clubes de Europa deshojan su chequera sin apenas esfuerzo, con soltura, la entidad londinense desembolsará catorce millones menos de lo que pagó el equipo merengue por Cristiano Ronaldo, el astro más refulgente de la Galaxia blanca sin discusión.

El crecimiento de la burbuja del mercado futbolístico se muestra imparable. Los 80 millones son los nuevos 30. Gonzalo Higuaín abandonó Nápoles el año pasado rumbo a Turín por 90 millones, los mismos que la directiva del Arsenal estaría dispuesta a gastar para hacerse con los servicios del joven centrocampista del Mónaco, Thomas Lemar. ¿Dónde se encuentra el límite? Nadie lo conoce. 

El Chelsea va a pagar la cuenta a un Madrid que cada día vende mejor. Mucho mejor que su eterno rival, que, durante estos años, ha regalado a Villa por 5 millones de euros, a Pedro y a Fábregas por cantidades que oscilan entre los 30 y los 35 millones. Como equipo grande, el club blanco acostumbra a erigirse como un animador del mercado por los sonados fichajes que firma, pero últimamente también copa portadas por sus altos traspasos. En la siguiente lista, a partir de hoy encabezada por Álvaro Morata, se recogen los más abultados.

Ángel di María (Manchester United - 2014 - 75 millones)

El argentino mostrando su personal celebración

En el periodo estival de 2010, el jugador argentino llegó al Real Madrid por 25 millones procedente del Benfica.  El Fideo conquistó al Bernabéu por su entrega y su calidad. Con Mourinho, explotó su velocidad y desborde por ambas bandas. Y con Ancelotti deslumbró como interior en el centro del campo y fue determinante para la conquista de la anhelada Décima. Tras su hazaña en Lisboa, Di María no se conformó con los cuatro millones netos que recibía por temporada y reclamó duplicar su salario. La oferta de Florentino de seis millones fue el detonante: Di María la consideró una ofensa y rompió las relaciones con el club. 

Mesut Özil (Arsenal - 2013 - 47 millones )

El alemán era un mago, un virtuoso con el esférico en los pies, pero su irregularidad lo colocó en varias ocasiones en el centro de las críticas. Además, la llegada de Bale exigió a los blancos solucionar una acuciante dicotomía. En primer lugar, el Real Madrid debía atender a un aspecto puramente deportivo: con el Expreso de Gales en la plantilla, Özil o Di María, uno de los dos, debería salir. Por otro lado, convergía una causa extradeportiva: la inversión realizada en el fichaje de Bale (101 millones de euros) hacía necesario recaudar una buena pizca. Así que Özil salió. Y con él toda su magia. 

Robinho (Manchester City - 2008 - 43 millones)

'El nuevo Pelé' no dio la talla y terminó defraudando a quienes se habían ilusionado con su ritmo carioca. Se enfrentó al club en el verano de 2008 y recaló en el Manchester City a pesar de haber afirmado que su deseo era jugar en el Chealsea. Un año y medio después de haber forzado su salida, el jugador brasileño admitió que su salida fue una decisión equivocada, aunque reiteró que "no estaba feliz" en el club español. 

Gonzalo Higuaín (Nápoles - 2013 - 35 millones)

Benzema le había comido la tostada, por lo que el 'Pipa' cogió sus maletas en cuanto tuvo ocasión tras seis temporadas en la 'Casablanca'. El Nápoles pagó 35 millones por él y, tres campañas después, la Juventus de Turín invirtió la mayoría del dinero que recibió por el traspaso de Pogba para adquirir su propiedad. En Turín ha realizado un año notable, pero en la última final de la Champions, en la que se enfrentó a su exequipo, no se deshizo de la losa que siempre le ha pesado: el argentino no rinde en las grandes ocasiones. 

Nicolás Anelka  (PSG - 2000 - 34.5 millones )

El 'Puma' con la camiseta blanca'

Tras llegar al club madrileño procedente del Arsenal por la entonces cifra récord de 5.000 millones de pesetas, el francés no fue capaz de adaptarse a la vida en el club. "Quería tener una vida normal y poder pasear por la calle como cualquiera, pero eso no podía hacerlo en Madrid como ahora lo hago en Londres", declaró años después. 

Morata, la venta más alta del fútbol español 

Los 80 millones de euros en los que se cifra la operación superan los 58 que en 2011 el Chelsea pagó al Liverpool para contratar a Fernando Torres y los 48 que obtuvo el Valencia por el traspaso de Gaizka Mendieta a la Lazio en 2001. Lejos quedan los 40 millones que gastó el Barcelona en fichar al Guaje Villa, en el traspaso más caro de un futbolista entre equipos españoles.

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