La comparación con Xabi Alonso (por aspecto físico, facultades, posición y ambición) ha sido un lastre para Asier Illarramendi, un jugador que con sólo 23 años, acompañado por toda su cuadrilla (31 amigos) desembarcó en el Madrid para aprender al lado del ídolo tolosarra el perfeccionamiento del oficio de mediocentro. No fue el suyo un paso exitoso por Concha Espina, pero el hecho de haber convivido y entrenado con la élite mundial dos años devolvió a la Real un futbolista completo y poderoso que un año y medio después, además de ser el jugador más importante de la Real Sociedad, es el mejor futbolista de la Liga en diversos apartados: es el que más pases da de todo el campeonato (1824), el cuarto que más balones recupera y el que más kilómetros ha recorrido. (También uno de los que más minutos juegan). En definitiva, y aunque obligue a recurrir al tópico, la encarnación de eso que suele llamarse ‘centrocampista total’.

Julen Lopetegui expresó claramente las razones que han llevado a ‘Illarra’ a ser convocado con la selección absoluta por primera vez a los 27 años: “Lleva mucho tiempo jugando muy bien”. Titular indiscutible desde el día en que volvió a pisar Anoeta, con la sabiduría y la humildad añadidas de su paso por Chamartín, Illarramendi se parece cada vez más a Xabi Alonso: es el líder indiscutible de la medular, el dueño del pase largo y un ejemplo de balance ataque-defensa. La vuelta a casa, lejos de aquellos silbidos del Bernabéu que un partido en Dortmund convirtieron en eternos, ha protegido al jugador hasta permitirle alcanzar su mejor nivel en un momento de madurez espléndida. Illarramendi ha logrado adelantarse a otros magníficos candidatos al puesto (como Roque Mesa) y aspira a reeditar la función equilibradora que realizó Alonso durante sus años de gloria en la selección. 'Illarra' promedia más de diez recuperaciones de balón por partido.

Muchas tarjetas

Un defecto empaña ligeramente el rendimiento del jugador por el que pasan todos los balones de la Real: la propensión a ver tarjetas amarillas, algunas evitables. Lleva diez en Liga (ha visto una en cada uno de los últimos cuatro partidos ligueros).

Su consistencia en el rendimiento le ha abierto las puertas de la ‘Roja’ de forma inapelable, pese a la competencia existente en la medular española. Ahora, al repasar datos y estadísticas, se comprueba que incluso en su oscura etapa madridista dejó marcas todavía imbatidas: en mayo de 2015, precisamente durante un encuentro contra la Real, Illarramendi batió el récord de kilómetros recorridos por un jugador del Real Madrid en un partido: 12,43 kilómetros en 90 minutos. La anterior marca la había establecido él mismo (contra el Almería). Es posible que en alguna fase de su periodo merengue, azuzado por la grada inclemente, corriese como un pollo sin cabeza. Ahora mismo, recién cumplidos los 27 años, es probablemente el mejor centrocampista defensivo de España.

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