El Paseo de la Gloria merece una visita. Situado en pleno barrio de Puerto Madero, quizás el más moderno y seguro de Buenos Aires, este pedazo de la Costanera Sur recuperado no hace mucho con su reserva ecológica es punto de encuentro para lo mejor del deporte argentino. Manu Ginnobili, Guillermo Vilas, Gabriela Sabatini, Luciana Aimar, Roberto de Vincenzo... Los más grandes están ahí, pero sólo Leo Messi ha sufrido unos actos de vandalismo vergonzos.

Apenas hace seis meses de su inauguración -junio de 2016- y La Pulga ya ha sido decapitada. Incluso le han arrancado los brazos. A él de entre todas las glorias del deporte argentino.

Los vándalos se han cebado con su figura, hecha de marmol, horas después de que el argentino fuese segundo en las votaciones al premio The Best, que otorga la FIFA y que recayó en manos del portugués Cristiano Ronaldo.

Probablemente nada tiene que ver lo uno con lo otro, pero lo cierto es que la figura de Messi, con el balón controlado y en actitud de jugar al ataque, fue partida por la mitad, literalmente, aunque una vez desprendida la parte superior la cabeza del jugador apareció a los pies de lo que aún quedaba de la escultura.

La relación de Leo Messi con la afición argentina es compleja, pues muchos le acusan de no tener un rendimiento parecido en el Barcelona y en la albiceleste. Una razón más, junto a la frustración de las derrotas en la final del Mundial 2014 ante Alemania y de la Copa América 2015 frente a Chile, que llevaron al jugador nacido en Rosario a decidir que su etapa en el combinado argentino había llegado a su final. Decisión que el propio Messi decidió revocar una vez Edgardo Bauza fue nombrado seleccionador nacional argentino.

La decapitación, en cualquier caso, no es el primer acto de vandalismo en el Paseo de la Gloria. Por desgracia, pocos días después de su inauguración a la figura de Gabriela Sabatini le fue sustraída la raqueta de tenis y Luciana Aimar apareció sin su stick de hockey. El Gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires si bien no sabe quién o quiénes pueden ser los responsables ya está manos a la obra en la recuperación de la estatua.

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