El Leicester consigue el primer título de liga de su historia. Un club centenario que aspiraba a salvarse y que ha roto todos los esquemas firmando una temporada histórica que comenzaba con la contratación del técnico italiano, Claudio Ranieri, al que incluso le preguntaron si se quedaría en caso de descenso. El Leicester no pudo pasar el domingo del empate en Old Trafford, pero el resbalón del Tottenham desperdiciando una ventaja de dos goles le ha dado el título. Todo gracias a una actuación enérgica del Chelsea, el ganador de la temporada pasada.



En este dos de mayo, fecha histórica para el club campeón, se cumplen nueve años del ascenso del Leicester a segunda división. Menos de una década ha pasado entre el primer puesto en tercera y el título de la Premier League. Un cuento de hadas para un club cuya mejor posición histórica había sido un subcampeonato en 1929. Claudio Ranieri definió esta temporada como una ocasión histórica, ya que era “ahora o nunca para un club como el Leicester”. Y, finalmente, ha sido ahora.



El Tottenham no cumplió



El conjunto de Mauricio Pochettino no pudo con la presión. Los londinenses han llegado físicamente limitados al tramo final de temporada y se ha visto, tanto en el empate en casa contra el West Bromwich Albion, como en el segundo tiempo en Stamford Bridge. Tras encarrilar dos goles en apenas diez minutos aprovechando los errores del Chelsea, el Tottenham se fue desdibujando, dando mucho espacio para que Willian, Hazard y Diego Costa corrieran. El primer gol Blue llegó en un desajuste defensivo a un saque de esquina: Alderweireld perdió la marca y Cahill remató solo. El segundo fue una obra de arte de Eden Hazard, desde la frontal colocó el esférico en la escuadra de Lloris. Para cuando el Tottenham quiso reaccionar ni el físico, ni el reloj se lo permitieron.



El empate selló lo que todo el mundo estaba esperando: el Leicester es el campeón de la Premier League. Su estilo más defensivo con Morgan, Huth y Kanté y, sobre todo, con los letales contraataques de Mahrez y Vardy han desafiado y ganado a los grandes. El del Leicester es el primer título de Premier que no gana un equipo de Londres o Manchester desde 1995. Una historia increíble que las apuestas tampoco esperaban: la cuota de 5000 libras por cada una apostada es un nuevo récord, un logro que a las casas de apuestas les ha hecho perder 10 millones de libras únicamente en Reino Unido.



El triunfo del modesto



Hay mucho que celebrar. La Premier League está a los pies del Leicester. Cuando los grandes son más gigantes que nunca y cuando hace un año se celebraba la permanencia. El Leicester gana su primer título de liga, un trofeo que acarició en 1929, pero al que le faltó un punto para ser campeón. Dicen que el parón de la liga por la Segunda Guerra Mundial se llevó a una de sus mejores generaciones de futbolistas, de hecho cuando la normalidad regresó el equipo fue yendo a menos. Desde entonces, su mejor posición fue el cuarto puesto en 1961.



El sueño que no se desinfló y que les asegura volver a Europa tras 15 años de ausencia cuando el Estrella Roja les eliminó en primera ronda. Mucho ha cambiado desde entonces, una montaña rusa que les hundió y que ahora les deja en lo alto.



Claudio Ranieri, Riyad Mahrez y Jamie Vardy lideran a una plantilla que parecía pasar sin pena ni gloria, sin demostrar nada especial y ahora son historia. Letras con tinta indeleble en la memoria de Inglaterra y de todos los amantes del fútbol que han visto con más o menos escepticismo el camino hasta el sueño. Y que dentro de ellos ha habido una exclamación interna cuando les ha visto llorar con el título entre manos. Han sido capaces, sí.

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