Hace dos años, el Leicester estaba en la Championship, la segunda división de Inglaterra. Hace uno, y tras 25 jornadas en la Premier, estaba último, hundido en la tabla con 17 puntos. Ahora, a falta de 13 partidos, es líder con 55, más del triple de puntos de los de hace un año.

Es la espectacular progresión de un equipo que este sábado ha conquistado el Etihad Stadium y ha dado un golpe a la Premier. Un humilde equipo que, tras llegar ya al último tercio de la liga, sigue liderando y cada vez de forma más fiable. Está llevando a la realidad el sueño de esos 'puristas' del fútbol, que ven que un equipo alejado de los grandes presupuestos y fichajes millonarios se mete en la lucha por un título.

Desde que el Leicester se colocó arriba, se esperaba que poco a poco fueran cayendo. Un equipo que tan solo lleva dos años en la Premier, que su objetivo se basa en lograr la salvación, se 'colaba' entre los poderosos ingleses. Pero en febrero siguen primeros y la victoria ante el Manchester City reafirma esa posición. Ese City - Leicester era el duelo entre los dos primeros y por ello el golpe de los de Claudio Ranieri es aún mayor.

Para ganar al City, los zorros ni necesitaron a Jamie Vardy, su principal hombre, pichichi de la Premier. Ya se encargaron Mahrez, que ya lleva 14 goles, y Robert Huth de dinamitar a un City que da la sensación de estar ya expectante a lo que le viene la próxima temporada, una vez conocido que Guardiola será su líder. Una especie de fin de una etapa, cuando aún están vivos en Liga y Champions, donde tienen la primera oportunidad en su historia de pasar a cuartos (se enfrentan al Dinamo de Kiev). 

Al minuto tres el Leicester ya mandaba 0-1, con gol del veterano central alemán Huth, y a partir de ahí, cediendo el balón, anuló a un City ahogado en el centro del campo, con Silva y Yaya Touré desconocidos, y Ranieri montando una muralla defensiva que dejó aislado a Agüero.

A Pellegrini le volvió a pasar factura una defensa a la que Mahrez, tras una gran jugada colectiva, sacó los colores. Otamendi y Demichelis acabaron desquiciados, ante la superioridad aplastante en el área del argelino y de Vardy. La fiesta la finiquitó el otra vez Huth. Agüero acabó mitigando la goleada, pero de poco sirvió: parte de su propia afición ni vio el gol.  

Para calcular la gesta de este Leicester, solo hace falta compararlo con otros líderes. Por ejemplo, excepto el PSG y el Bayern de Múnich que dominan sus ligas de forma apabullante, es el líder de una gran liga más sólido, con tan solo dos derrotas (las mismas que, por ejemplo, el Barcelona) y seis puntos sobre el segundo.

Para conocer si el Leicester va 100% en serio, la próxima semana tiene otra prueba. Será en el Emirates, ante el Arsenal, uno de los dos equipos que le ha ganado en la Premier (2-5 en la ida). Ahí se juzgará definitivamente al equipo más que revelación de la temporada en Europa.