En el sorteo de semifinales de Copa del Rey muchos aficionados azulgranas se lamentaron al verse emparejados ante el Valencia. De las opciones posibles (Celta, Sevilla y el propio Valencia) era una de las que menos gustaba el aficionado culé, que hace unas semanas vio a su equipo pasarlo mal en Mestalla, de donde solo rascó un empate.

Pero mucho ha cambiado la situación en el club valencianista desde entonces. El propio Luis Enrique lo reconocía en la rueda de prensa previa al partido: "El partido de Liga en Mestalla no sirve como referencia. Estaba Voro, que ahora es su delegado. Hicieron un partido enfocado a transiciones. Ahora, con Neville, presionan diferente, tienen llegada de muchos jugadores al área y entran bien por las bandas. Veremos si le llegan resultados".

Desde la llegada de Neville al banquillo valencianista hace 11 jornadas el conjunto che no conoce la victoria en Liga. La figura del entrenador británico está siendo deteriorada tras varias polémicas que han tenido repercusión mediática. El cambio de capitanes y la suplencia del portero Jaume, hasta entonces uno de los mejores jugadores del equipo, han minado la imagen del técnico, que se enfrenta ante el todopoderoso Barça.

Luis Enrique no se quiso quitar presión a pesar de la situación complicada que atraviesa el Valencia. "Hablamos de unas semifinales de Copa del Rey. Es una cita más que atractiva e importante. El Valencia es un equipo que se atreve a presionar, con habilidad técnica destacable... Es una eliminatoria complicada para los dos equipos", afirmaba el entrenador asturiano. Messi está restablecido de la dura entrada de Filipe Luis el sábado pasado y jugará de inicio.

Mercado de invierno

El equipo del Turia ha recibido refuerzos con la llegada de Siqueira y Cheryshev y espera salir vivos del Camp Nou para llegar a Mestalla con opciones. "Ha habido resultados buenos contra el Barcelona. Es un encuentro importante y tenemos que ser capaces de volver a Mestalla con muchas posibilidades. Esa es la intención", aseguró el técnico inglés.

Con la baja de Enzo Pérez llega Neville al Camp Nou, una trituradora de récords de la que es difícil salir ileso. El Barcelona lleva sin perder en casa desde la temporada pasada y la última vez que se dejó puntos fue a mediados del pasado diciembre contra el Deportivo de la Coruña (empate a dos). El técnico che ya se vio increpado tras la derrota en casa ante el Sporting de Gijón de la última jornada. Con la presión creciendo alrededor suyo, Neville intentará sortear el escollo del Camp Nou.

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